Los niños nacidos en sectores económicos marcados por la inequidad social corren mayor riesgo de ser víctimas de bullying cuando llegan a la edad escolar, según las conclusiones de una investigación de la que participaron universidades de Canadá, Europa e Israel
El estudio se realizó sobre unos 874.000 niños de países de ingresos altos y medios, fue encabezado por el profesor Frank Elgar, de la universidad Mcgill, de Canadá, y con la asistencia de investigadores de Israel, Rumania, Polonia e Irlanda.
De acuerdo con los resultados del estudio, que fueron publicados por la revista especializada JAMA Pediatrics, el impacto de la inequidad en los ingresos durante los primeros cuatro años de vida del niño está asociado con la posibilidad de ser víctima de bullying.
«Se podría pensar que los niños se hacen conscientes de la desigualdad social cuando llegan a la escuela, pero -al parecer- el impacto de esa inequidad llega antes de que los niños puedan realmente darse cuenta» de su situación de pobreza o de bajos ingresos, dijo la profesora Sophie Walsh, de la universidad israelí Bar Ilan, que participó de la investigación.

Según un comunicado de la universidad israelí, los investigadores «también descubrieron que la inequidad en los ingresos no predice si los niños se van a convertir en abusadores en lugar de víctimas de bullying«.
«Es posible que la relación encontrada entre las medidas de desigualdad económica y las tasas de victimización por bullying sea un reflejo de las diferencias en la exposición a factores protectores clave, como la cultura familiar coherente, el apoyo de los padres y los maestros, la experiencia escolar positiva, la conexión saludable entre pares y el acceso a actividades extracurriculares», señaló por su lado el profesor Yossi Harel-Fisch, también de la universidad Bar Ilan.
El trabajo se llevó a cabo sobre treinta y cinco años de datos del estudio Health Behaviors in School Aged Children (HBSC) de la Organización Mundial de la Salud, una encuesta realizada cada cuatro años.
El HBSC utiliza muestras representativas de niños de 11, 13 y 15 años en cada país. El análisis se realizó en el marco del Grupo de Enfoque sobre la violencia y las lesiones (un grupo de trabajo dentro del HBSC).