Investigadores de la Universidad de Tel Aviv confirmaron que la gran cantidad de datos climáticos que recogen todo el tiempo nuestros teléfonos inteligentes puede servir para ayudar a prevenir desastres naturales, incluyendo incendios forestales.
El estudio, liderado por el profesor Colin Price y la estudiante de doctorado Hofit Shachaf, recordó que los teléfonos inteligentes están equipados con múltiples microsensores capaces de recopilar datos ambientales importantes.
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Por ejemplo, estos aparatos pueden recoger información sobre la temperatura, la presión barométrica, la humedad, el campo magnético, la luz, sonido, ubicación, aceleración, gravedad y más.
Esa información nos ayuda a encontrar nuestro camino o definir nuestra ubicación, nos avisa cuando la batería se sobrecalienta o el dispositivo absorbe humedad, todo en tiempo real, pero sin guardar los datos.
Los investigadores mostraron que el uso inteligente de esa información podría respaldar alertas tempranas de incendios forestales graves, en especial porque los teléfonos inteligentes recopilan millones o incluso miles de millones de datos en todo el mundo todos los días.
Teléfonos inteligentes en todas partes
Actualmente, a los sistemas de alerta temprana en zonas boscosas lejanas les suele faltar datos debido a la ausencia de estaciones meteorológicas en lugares remotos.
El público, sin embargo, lleva sus teléfonos inteligentes a todas partes, y cada celular contiene microsensores sofisticados que funcionan continuamente en segundo plano.
Esos datos normalmente se pierden y no se salvan. Sin embargo, muchas empresas comenzaron a recopilar datos de teléfonos inteligentes para usarlos con diversos fines, con el consentimiento de los usuarios.
Price y Shachaf afirmaron que esta enorme fuente de datos (según datos del 2024 existen más de 7.000 millones de teléfonos inteligentes en todo el mundo) podría ayudar a pronosticar condiciones climáticas extremas y desastres naturales.
Un parámetro clave que determina la probabilidad de un incendio forestal es el contenido de humedad en la vegetación (esencialmente el combustible disponible para el fuego), que, a su vez, está determinado por la temperatura y la humedad relativa del aire circundante.
Tanto la temperatura como la humedad relativa se pueden obtener fácilmente desde los teléfonos inteligentes del público.
Shachaf explicó que, para el experimento, en la universidad israelí desarrollaron un indicador que refleja la sequedad de la vegetación en función de parámetros ambientales (temperatura y humedad).
Efectivo, a pesar de los posibles errores
Estudios anteriores usaron indicadores similares para predecir niveles de riesgo de incendios forestales, pero los datos para esos cálculos se obtuvieron principalmente de estaciones meteorológicas locales.
«La novedad de nuestro estudio es la utilización de datos recogidos por los smartphones», señaló la investigadora. Incluso cuando los datos provistos por los teléfonos inteligentes pueden contener errores, los resultados fueron muy alentadores.
«Es sorprendente, pero a pesar de que cada smartphone tiene sus propios errores y sesgos, con grandes cantidades de datos de muchos celulares, podemos promediar los errores y seguir conservando datos útiles», apuntó Shachaf.
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El gran volumen de datos, completó, «ayuda a superar los problemas asociados» con cada teléfono inteligente individual.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista especializada Natural Hazards and Earth System Sciences (NHESS) y se pueden consultar, en inglés, haciendo clic aquí.