Un extenso estudio internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Tel Aviv detectó una disminución en la abundancia de especies de peces marinos, que se mueven rápidamente hacia los polos del planeta para escapar del aumento de la temperatura del mar.
Los investigadores explicaron que muchos tipos de animales se están moviendo actualmente hacia regiones más frías como resultado del calentamiento global, pero la velocidad de esos cambios de rango varía mucho para las diferentes especies.
Al examinar miles de poblaciones de casi 150 especies de peces, los científicos de la universidad israelí descubrieron que, contrariamente a la opinión predominante, los cambios rápidos de distribución coinciden con disminuciones de población a gran escala.
Según el estudio, en promedio, un desplazamiento hacia los polos de 17 kilómetros por año puede resultar en una disminución del 50% en la abundancia de las poblaciones.
La investigación, cuyos resultados se publicaron en la revista Nature Ecology & Evolution, conectó por primera vez dos bases de datos globales: una que rastrea el tamaño de la población de peces a lo largo del tiempo y otra que compila las velocidades de cambio de rango entre los peces marinos.
En el Atlántico y en el Pacífico
En total, se estudiaron 2.572 poblaciones de peces pertenecientes a 146 especies, en su mayoría de los océanos Atlántico y Pacífico en el hemisferio norte.
«Sabemos que el cambio climático hace que las especies animales se desplacen (hacia el norte, el sur, hacia arriba o hacia abajo) según su ubicación en relación con las regiones más frías», apuntó el profesor Jonathan Belmaker, uno de los líderes del estudio.
En las montañas, continuó, suben hacia las cimas, «en los océanos se sumergen más profundamente, en el hemisferio sur se mueven hacia la Antártida y en el hemisferio norte se mueven hacia el Polo Norte».
«Queríamos ver qué sucede con las especies que se trasladan de un lugar a otro: ¿se benefician de una mayor capacidad de supervivencia o, de hecho, se ven perjudicadas por el cambio, que inicialmente fue causado por una mayor vulnerabilidad al cambio climático?», postuló Belmaker.
A través del estudio, «descubrimos que cuanto más rápido se desplazan los peces hacia los polos, más rápido disminuye su abundancia -agregó el profesor de la Universidad de Tel Aviv-. Al parecer, a estas poblaciones les resulta difícil adaptarse a su nuevo entorno».
Belmaker destacó que estos hallazgos «pueden y deben guiar» a quienes toman decisiones en el terreno de la protección del medio ambiente.
Los resultados, señaló, sugieren que las poblaciones que exhiben rápidos cambios de distribución hacia los polos requieren una estrecha vigilancia y una gestión cuidadosa.
Vulnerables al cambio climático
«Así, por ejemplo, las presiones que amenazan su supervivencia pueden mitigarse mediante medidas como límites de pesca«, enfatizaron desde la universidad israelí.
La aproximación vigente hacia este problema dice que los cambios rápidos de distribución protegen a una especie contra la disminución de la población local, «pero en este estudio descubrimos que ocurre lo contrario», indicó el académico.
«Aparentemente, las especies que cambian rápidamente su área de distribución en busca de temperaturas más frías lo hacen porque son más vulnerables al cambio climático y, en consecuencia, requieren atención especial», concluyó.