Un equipo de investigadores internacionales, encabezado por el doctor Aviad Scheinin, de la Universidad de Haifa, en el norte de Israel, logró monitorear el viaje más largo hasta ahora registrado de un cachalote por el Mediterráneo.
Según el estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista especializada Aquatic Conservation: Marine and Freshwater Ecosystems, el cachalote recorrió unos 2.800 kilómetros a través de las aguas del mar que conecta los océanos Atlántico e Índico.
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Los investigadores señalaron que, hasta donde se sabe, este es el primer ejemplo documentado de un movimiento de largo alcance hacia el este de un cachalote macho inmaduro, que viajó desde el mar de Liguria hasta la zona más oriental de la cuenca del Levante.
Según explicaron desde Haifa, el objetivo del estudio fue «utilizar el monitoreo acústico pasivo y un estudio visual no sistemático para generar datos sobre la presencia y ecología de los cetáceos» dentro de la zona económica exclusiva de Israel en el Mediterráneo.
Estudiar a estos cachalotes «es importante para nuestro conocimiento sobre la biodiversidad», apuntó Scheinin.
¿Por qué? Es que si una ballena «está dispuesta a viajar distancias tan grandes asumiendo un riesgo considerable -añadió-, significa que debe haber encontrado una fuente de alimento diversa y exuberante».
«Ser grandes depredadores de las profundidades marinas los convierte en bioindicadores importantes» de la presencia de otras especies, precisó el científico israelí.
Un cachalote muy particular
Al comienzo del experimento, los investigadores llevaron a cabo dos estudios acústicos pasivos durante abril y mayo del 2022 a bordo del velero Greenpeace SY Witness, y lograron detectar ocho cachalotes.
Uno de los animales era un macho inmaduro, según se estableció por el tamaño tamaño y la forma característica de su cabeza.
Para sorpresa de los científicos, una comparación posterior con ocho catálogos de foto-identificación del Mediterráneo confirmó que ese cachalote había sido visto en doce ocasiones anteriores.
Esos datos mostraron la distancia más larga entre avistamientos, un total de 2.800 kilómetros, considerado ahora el movimiento más largo documentado de un cachalote particular en el Mediterráneo.
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La investigación puede ayudar a mejorar la convivencia entre la explotación comercial de las riquezas del Mediterráneo y los animales que lo habitan.
De hecho, subrayaron los autores del estudio, en muchas regiones, en particular en el Mediterráneo oriental, la cantidad de cachalotes, su distribución y las amenazas a las que se enfrentan siguen siendo poco conocidas.
Comprendiendo mejor a los mamíferos de alta mar
Voceros de la Universidad de Haifa reportaron que, después de publicarse este estudio, el Ministerio de Energía de Israel pidió a Scheinin que organice investigaciones adicionales sobre mamíferos marinos en alta mar en la zona económica nacional.
En el 2023, Scheinin participó de otra investigación que identificó dos especies de cetáceos sensibles a los ruidos submarinos que produce la explotación gasífera en el Mediterráneo, una de las más pujantes actividades de la economía israelí en la actualidad.
«Instamos a tener cautela al emitir nuevos permisos para la prospección y extracción de gas», pidió el reporte presentado en aquella oportunidad.
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Ahora, el estudio sobre el cachalote viajero y el pedido del Ministerio de Energía podría ser «un punto de partida para una investigación a largo plazo sobre la zona económica exclusiva» de Israel, dijo el investigador.
«Espero que podamos comprender mejor a los mamíferos marinos de alta mar en nuestro patio trasero y explorar la biodiversidad en nuestro mar Mediterráneo», completó.