La nave espacial Orion de la NASA se zambulló este domingo en el Océano Pacífico, al oeste de Baja California, después de una misión sin precedentes: el arranque del proyecto Artemis (con ciencia israelí a bordo), cuyo objetivo es, en el futuro cercano, llevar otra vez astronautas a la Luna.
Orion viajó más de 1,4 millones de millas en un camino alrededor de nuestro satélite natural y regresó a salvo a la Tierra tras un periplo de 26 días, durante los cuales se llevaron a cabo varios experimentos científicos.
Entre los elementos que se probaron en el espacio se destacó un sistema de protección contra la radiación desarrollado por la empresa israelí StemRad. La tecnología se montó en el chaleco que se aplicó a uno de los dos maniquíes que viajaron en el Orion.
De hecho, esta misión representó la primera vez que el nivel de radiación al que están expuestos los astronautas durante un vuelo tripulado a la Luna se midió con estos altos niveles de precisión, en este caso a través del chaleco colocado sobre «Zohar», uno de los dos maniquíes especiales.

El chaleco está hecho de polietileno de alta densidad y tiene un precio de alrededor de un millón de dólares, según señalaron voceros de StemRad.
Los torsos de maniquí, de fabricación alemana, se fabricaron con materiales que imitan el hueso humano, los tejidos blandos y los órganos de una mujer adulta, informaron fuentes de la expedición.
También explicaron que se eligieron formas femeninas porque las mujeres suelen tener una mayor sensibilidad a los efectos de la radiación espacial.
Ahora, «podemos ver en el horizonte nuestra próxima misión», dijeron desde la NASA
El chaleco, por su parte -que fue colocado solamente en «Zohar» con fines comparativos con el otro maniquí, «Helga»-, cubrió la parte superior de la forma, donde se ubican el útero y los órganos relacionados con la producción de sangre.
Con la nave espacial Orion «de regreso a salvo en la Tierra, podemos comenzar a ver nuestra próxima misión en el horizonte, que llevará a la tripulación a la Luna por primera vez como parte de la próxima era de exploración», dijo Jim Free, administrador asociado de la NASA.
Splashdown.
— NASA (@NASA) December 11, 2022
After traveling 1.4 million miles through space, orbiting the Moon, and collecting data that will prepare us to send astronauts on future #Artemis missions, the @NASA_Orion spacecraft is home. pic.twitter.com/ORxCtGa9v7
«Esto comienza nuestro camino hacia una serie regular» de expediciones y «una presencia humana sostenida en la Luna para el descubrimiento científico y para preparar las misiones humanas a Marte», concluyó.
Según los planes de la NASA, la segunda misión Artemis volará al espacio con tripulación, pero será recién la Artemis III la que llevará astronautas de regreso a la Luna.
Una astronauta estadounidense hija de un israelí, Jessica Meir, figura entre las principales candidatas a volver a pisar nuestro satélite natural más de medio siglo después del Apolo 11.