Israel ya se atrincheró para enfrentar el primer caso de coronavirus en el país, que está siendo tratado con telemedicina -incluyendo robots y sensores- en el Centro Médico Sheba de Ramat Gan, en las afueras de Tel Aviv.
Una mujer de alrededor de 70 años de edad, que formaba parte del grupo de once pasajeros israelíes del crucero Diamond Cruise que habían sido puestos en cuarentena en Japón, dio positivo en el test del coronavirus, pero no desarrolló por ahora los síntomas.
Se trata de la esposa de otro viajero que también dio positivo, y que se encuentra internado en Japón.
Los otros pasajeros dieron negativos, y la mujer fue trasladada al Centro Médico Sheba, uno de los más importantes de Israel.
«Estamos haciendo todo lo posible para minimizar y eliminar el peligro para el público al aislar a los ciudadanos israelíes que regresan» del viaje en el crucero, señaló el profesor Arnon Afek, director del Hospital General del centro Sheba.
Los pasajeros, añadió, se encuentran en un complejo apartado, «que está lejos del campus del hospital central y cuenta con una pequeña zona exterior donde los ciudadanos que regresan podrán dar caminatas cortas lejos del hospital pero siempre dentro del complejo».
Se trata de una parte del complejo que no está conectada ni con el sistema de cloacas ni de ventilación del hospital general, se informó.
En un comunicado, el hospital indicó que los viajeros israelíes en el Centro Medial Sheba «serán puestos en cuarentena en una unidad de aislamiento durante las próximas dos semanas, lejos del campus principal».
El centro Sheba «está cien por ciento preparado para cuidar a estas personas sin arriesgar la seguridad del personal u otros pacientes», precisó el comunicado, según el cual la mujer que dio positivo «fue separada de los otros pacientes en cuarentena».
«Estamos utilizando algunas de las aplicaciones de telemedicina de alta tecnología más sofisticadas del mundo, tomadas del ecosistema de start ups del Sheba y de todo Israel, utilizando sensores, robots y otros dispositivos para minimizar la exposición a nuestro personal médico», dijo el profesor Afek.
«El objetivo es hacer que nuestros compatriotas que regresan al país se sientan cómodos en un entorno donde sabrán que todas sus necesidades serán atendidas», agregó.
Un robot operado por expertos desde una ubicación remota permitirá a los médicos monitorear los signos vitales de los pacientes, comunicarse con ellos y realizar controles básicos, expresaron voceros del hospital.
El comunicado precisó que algunas de esas tecnologías de avanzada son:
* DATOS: una aplicación móvil diseñada para conectar directa y continuamente a los pacientes con sus fuentes de atención médica.
Para ayudar a implementar el programa de telemedicina para el tratamiento del coronavirus, la aplicación Datos permitirá un monitoreo remoto que hace posible que los pacientes midan y registren continuamente su temperatura corporal, e incluso recuerden hacerlo.
La aplicación también permitirá que el personal médico realice videollamadas con los pacientes, a fin de verificar su estado y brindarles la confianza de que están completamente atendidos.
«Nuestra tecnología y la aplicación móvil están demostrando su valor al permitir que el centro Sheba monitoree de forma remota a las personas que han regresado recientemente de Japón, manteniendo a los pacientes y al personal lo más seguros posible frente a una eventual exposición innecesaria», dijo Uri Bettesh, fundador y CEO de Datos.
* TYTOCARE: todos los pacientes recibirán un dispositivo manual que permitirá a los médicos examinarlos de forma remota.
Los pacientes podrán examinarse por completo con el dispositivo, que incluye un estetoscopio, un termómetro y otros elementos.
El dispositivo también puede monitorear los pulmones, donde el virus COVID-19 ataca con más fuerza.
* EARLYSENSE: es un sistema que entrega en tiempo real datos procesables de los pacientes, y que se combina con herramientas sofisticadas de gestión de esos datos.
Esto permite al personal clínico identificar situaciones potencialmente críticas temprano, antes de que se conviertan en un alto riesgo.