Una start up israelí desarrolló una «pintura» aplicable a casi cualquier tipo de superficie que, gracias a un sistema que combina termodinámica, física cuántica y nanotecnología, convierte el calor generado por la luz solar en refrigeración.
No se trata de convertir la energía solar en electricidad que luego se utiliza para refrigerar, sino una cobertura que directamente convierte la luz en frío.
Las pruebas realizadas hasta ahora por los técnicos de la empresa israelí, SolCold, que tiene su base en Nes Tziona, pocos kilómetros al sur de Tel Aviv, mostraron que la cobertura exterior puede reducir en al menos diez grados centígrados la temperatura interior de un edificio.
«El Sol es nuestra fuente más grande de luz, y también de calor», explican en el website de SolCold. «A medida que sale el Sol, su radiación se absorbe y crea calor -añaden-. Cuanto más fuerte es el Sol, más fuerte es la radiación, más caliente» la temperatura.
«¿Que pasaría si pudiéramos aprovechar la radiación del Sol e invertir la relación?», se preguntaron los emprendedores israelíes.
Para ello desarrollaron esta cobertura que logra que la ecuación sea «más radiación menos calor» y no al revés.
El sistema de SolCold esta todavía en proceso de patentamiento y sus creadores prefieren no dar mayores detalles. Cuando la prensa israelí le preguntó si temía que otras empresas copiaran el modelo, uno de los cofundadores de la firma de Nes Tziona, Gadi Grottas, dijo no tener miedo.
«Nuestra tecnología es muy complicada y no es familiar para muchas personas -destacó Grottas-. Reunimos una combinación única de conocimiento en los mundos de la termodinámica, la nanotecnología y la física cuántica y hemos estado trabajando en ello durante los últimos cuatro años», reveló.
Por ahora, la cobertura desarrollada por el ingeniero eléctrico Yaron Shenhav se puede aplicar como una especie de «pintura» o como un film del tipo de los rollos de aluminio.
Voceros de la empresa dijeron que esperan estar comercializando sus productos a partir del próximo año, y adelantaron que ya recibieron solicitudes desde Africa, Europa, Estados Unidos y varios países de América Latina, entre ellos Chile, México, Brasil y Bolivia.