Una startup israelí desarrolló un material creado a partir de los desechos de la caña de azúcar, que es capaz de remplazar las bandejas plásticas para comidas y luchar contra las toneladas de basura que producen esos envases
W-Cycle, una startup de FoodTech que tiene su base en el kibutz Gan Shmuel, unos 50 kilómetros al sur de Haifa, desarrolló SupraPulp, un envase sin plástico, hecho de residuos de caña de azúcar, que es totalmente compostable, seguro y lo suficientemente resistente como para usarse con alimentos grasosos, húmedos o calientes.
Los alimentos envasados con SupraPulp, aseguran, se pueden congelar y calentar con un horno, horno de convección, olla de vapor o microondas. De hecho, puede ser congelado a una temperatura de hasta 40 grados bajo cero y recalentado hasta 270 grados centígrados.
La actual pandemia de coronavirus, dijo Joseph Siani, cofundador de W-Cycle, «está llamando la atención de los consumidores sobre cómo tratamos nuestro planeta y el futuro del medio ambiente«.
«Existe una mayor demanda y presión sobre las marcas para que ofrezcan productos ambientalmente responsables», afirmó Siani, según el cual la existencia de una solución compostable para comidas preparadas «permite ayudar a los fabricantes de alimentos y a los consumidores a deshacerse de los envases de plástico y crear un medio ambiente más limpio».
Estudios recientes indican que la cantidad de desechos plásticos que fluyen hacia el océano podría triplicarse para el año 2040, eliminando la vida marina y contaminando la Tierra.
Frente a ese problema, estos investigadores israelíes desarrollaron el SupraPulp a partir del bagazo de la caña de azúcar, la materia fibrosa seca y pulposa que queda después de triturar los tallos de la planta para extraer su jugo.