Varios dispositivos tecnológicos desarrollados en Israel serán puestos a prueba en la Estación Espacial Internacional (EEI), entre ellos un sofisticado proceso para fabricar lentes y una batería de recarga ultra-rápida
Se trata de «una inyección de adrenalina, no hay otras palabras para describir lo que esta misión significa para la comunidad espacial israelí», afirmó el profesor Moran Bercovici, de la Facultad de Ingeniería Mecánica del Technion, la universidad de donde salen varios de los proyectos.
El calendario para poner a punto los proyectos «es una locura, los desafíos son inmensos, pero lo lograremos porque está en nuestro ADN israelí, esto es en lo que somos buenos», aseguró Bercovici.
Los tests con las nuevas tecnologías se llevarán a cabo en el marco de la Misión Rakia, a cargo de Eytan Stibbe, el segundo astronauta israelí de la historia después de Ilan Ramon, quien falleció en el accidente del transbordador espacial Columbia en febrero del 2003.
Componentes ópticos y explosiones de rayos gamma
Stibbe, uno de los fundadores de la Fundación Ramon, volará a la EEI a principios del 2022 como parte de la misión Axiom Space Ax-1, la cual -si todo marcha según lo previsto- será la primera tripulada en su totalidad por astronautas privados.
Se espera que Stibbe pase 200 horas en la estación espacial, adonde llevará a cabo varios experimentos que representan una oportunidad única para que los investigadores y empresarios israelíes examinen la viabilidad de sus proyectos y promuevan la investigación y los productos espaciales.
Estos son algunos de las tecnologías «Made in Israel» seleccionadas por la Fundación Ramon que -de estar listas y finalmente aprobadas por la NASA- el astronauta Stibbe probará en el espacio:
– Desarrollado en el laboratorio del profesor Bercovici, el Fluidic Telescope Experiment (FLUTE) será testeado para analizar cómo aprovecha el entorno de microgravedad en la EEI para producir lentes de alta calidad dando forma a líquidos en la forma deseada, seguido de su solidificación.
Desde el Technion explicaron que una «demostración exitosa» del FLUTE a bordo de la EEI «allanará el camino para la fabricación de componentes ópticos avanzados en el espacio, incluida la creación de telescopios extremadamente grandes, superando las limitaciones de lanzamiento actuales».
– El dispositivo conocido como GALI, diseñado por el profesor Ehud Behar y la profesora Shlomit Tarem, del Departamento de Física del Technion, desarrollado para detectar brotes de rayos gamma, los destellos asociados con explosiones extremadamente energéticas en galaxias distantes y considerados los eventos electromagnéticos más luminosos en el universo.
El principal desafío al que se enfrentan los científicos en este terreno es poder localizar de dónde proviene el estallido de rayos gamma, lo que permitiría a los astrónomos de todo el mundo apuntar con sus telescopios hacia el evento. Este proceso se facilitaría de manera significativa si tienen éxito las pruebas con GALI.
Un motor del tamaño de un dedo humano
– El Laboratorio de Plasma Aeroespacial, dirigido por el doctor Igal Kronhaus, también del Technion, está desarrollando un pequeño motor para CubeSats, los satélites en miniatura de apenas 10 x 10 centímetros de tamaño.
Se trata de un motor no más grande que un dedo humano, pero que puede proporcionar suficiente impulso para mantener el vuelo de satélites durante varios meses en base a un combustible que consiste de un pequeño cable de titanio.
– Una tecnología desarrollada por un equipo de científicos de la universidad Bar-Ilan, encabezado por el profesor Uri Polat, podrá ayudar a tratar o prevenir los efectos en el sistema visual de la exposición prolongada a condiciones de microgravedad durante las misiones espaciales.
Usando un examen ocular digital en una tableta, los investigadores monitorearán los efectos en vuelo de la microgravedad en la función visual de Stibbe, precisaron desde la universidad israelí.
– Por su parte, la startup israelí StoreDot probará en la EEI la tecnología de batería para vehículos eléctricos, utilizando la gravedad cero para aprender más sobre los procesos químicos que hacen que el silicio se expanda.
El CEO de StoreDot, Doron Myersdorf, dijo que su empresa prácticamente agotó «las vías para la investigación de nuevos materiales en la Tierra», y que los experimentos en la EEI servirán para «ver si podemos acelerar un avance en nuevos materiales en condiciones de gravedad cero».