Investigadores de la Universidad de Tel Aviv desarrollaron un nuevo método para analizar el esperma y mejorar ampliamente las chances de una fecundación in vitro (FIV) exitosa.
Según los resultados recopilados hasta el momento en las pruebas en el Hospital Barzilai, en la ciudad costera de Ashkelon, la tecnología aumentó las tasas de éxito de la FIV del 34 al 65 por ciento.
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Ese índice representa veinte embarazos de treinta y una transferencias de embriones, en comparación con solo catorce embarazos de cuarenta y una transferencias de embriones en el grupo de control.
Entre los casos más destacados se encuentra el de una pareja que, tras pasar por quince ciclos de FIV fallidos a lo largo de varios años, concibió por primera vez mediante esta tecnología y finalmente se convirtieron en padres.
Los expertos destacaron que el método permite seleccionar espermatozoides de alta calidad (según la definición de la Organización Mundial de la Salud) para la fecundación, mejorando drásticamente la probabilidad de embarazo y el nacimiento de un bebé sano.
Además del hospital de Ashkelon, el método se implementó en investigaciones clínicas en el centro médico Meir de Kfar Saba, el Assuta de Ramat HaHayal, el HaEmek de Afula y el Galilea de Nahariya.
También se utiliza en dos instituciones médicas internacionales líderes: el Centro Médico UCSF en California y el Hospital Universitario de Tokio en Japón. Hasta la fecha, decenas de parejas se inscribieron en ensayos clínicos con esta nueva tecnología desarrollada en Israel.
Problemas de salud y tendencia sociales
«Los problemas de fertilidad son cada vez más críticos: una de cada seis parejas enfrenta problemas de fertilidad, y los relacionados con los varones representan la mitad de los casos», señaló la doctora Bozhena Saar-Ryss, del Hospital Barzilai.
Según la experta, que dirige el centro de FVI y el banco de espera del hospital, las causas «son diversas e incluyen tendencias como la priorización profesional y el retraso en los matrimonios», o «problemas de salud potencialmente causados por contaminantes ambientales».
Saar-Ryss alertó que, «en las últimas décadas, el recuento de espermatozoides en hombres jóvenes y sanos disminuyó aproximadamente un 50 por ciento».

«Uno de los principales desafíos de la FIV -explicó- es seleccionar un espermatozoide con una estructura y una movilidad de alta calidad para inyectarlo en el óvulo, lo que permite el desarrollo de un embrión sano».
Evitando los colorantes
Para explicar algunos detalles de la nueva tecnología, el profesor Natan Shaked, de la Universidad de Tel Aviv, recordó que, como las células biológicas son transparentes, los investigadores necesitan usar colorantes químicos para examinar su estructura interna.
Sin embargo, ese método está prohibido en el caso de espermatozoides para FIV, ya que los colorantes pueden penetrar en el ADN del embrión y causar daños.
Por eso, los embriólogos se basan en evaluaciones subjetivas de los espermatozoides en función de su apariencia externa y su movilidad, y aproximadamente el 90 por ciento parece adecuado, aunque en realidad muchos no lo sean.
«Nuestra tecnología -destacó Shaked- proporciona a los embriólogos una nueva y esencial herramienta para identificar los espermatozoides que cumplen los criterios de la OMS para los laboratorios de FIV».
El nuevo, continuó, «permite obtener imágenes tridimensionales y visualizar la estructura interna de las células biológicas» sin necesidad de los colorantes, ya que «se basa en las propiedades de conducción de la luz del contenido celular, conocidas como índice de refracción».
La tecnología israelí permite ahora a los embriólogos analizar la estructura interna y el contenido de los espermatozoides vivos e incluso medir nuevos parámetros como la masa y el volumen.
De esa manera, apuntó el profesor de la Universidad de Tel Aviv, los embriólogos pueden seleccionar espermatozoides que cumplan los criterios estructurales de la OMS, consiguiendo por primera vez resultados comparables a la coloración química de células vivas.
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Esto aumenta significativamente las chances de éxito de la fecundación in vitro, «el embarazo y el nacimiento de un bebé sano, como demuestran los resultados de los ensayos clínicos», aseveró Shaked.
Los detalles del nuevo método fueron publicados en importantes revistas científicas como PNAS, Advanced Science y Fertility and Sterility. Para leer más sobre este avance, en inglés, se puede hacer clic aquí.