Un magnate estadounidense, cuya identidad no se dio a conocer ya que pidió mantener el anonimato, donó 260 millones de dólares a la Universidad Bar-Ilan, uno de los más grandes aportes a una casa de altos estudios en la historia de Israel.
El donante es «un hombre de amplia formación académica» que «cree que el desarrollo de la resiliencia tecnológica de Israel depende principalmente de la ciencia innovadora», afirmó el presidente de la Bar-Ilan, el profesor Arie Zaban.
Durante sus visitas a Israel, el millonario norteamericano «reconoció el importante impacto» que la universidad «logró con avances en áreas clave gracias a su infraestructura basada en la ciencia y sus profundas conexiones con todos los sectores de la sociedad israelí», añadió.
Según se informó, el empresario estadounidense es un veterano de la Segunda Guerra Mundial y graduado de la Universidad de Columbia.
¿Un desaire a Columbia?
De hecho, su pasado en Columbia despertó una pregunta: ¿por qué eligió a una universidad israelí en lugar de la prestigiosa institución norteamericana para legar sus millones?
El cuestionamiento fue recogido por el New York Post, que comentó la donación en un artículo con el título «Ex alumno de la Universidad de Columbia desaira a su alma mater y dona 260 millones de dólares a una universidad israelí».
«La masiva donación del alumno de Columbia a una importante institución académica del estado judío alimentó la especulación de que estaba molesto con las protestas anti-israelíes y antisemitas» que se desarrollaron en la universidad de Nueva York, dijo el diario.
Columbia University fue, en efecto, uno de los principales escenarios de las recientes manifestaciones pro-palestinas y anti-israelíes lanzadas en medio de la guerra en la Franja de Gaza.
«Es una bofetada en la cara de Columbia» y se trata de «solamente el comienzo» de posibles desfinanciamientos de ex alumnos para la universidad, le dijo al diario neoyorquino el rabino y consultor político Hank Sheinkopf.
El New York Post destacó, en ese sentido, que el donante pidió mantener su nombre en reserva pero hizo público que es un ex alumno de la Universidad de Columbia.
Desde Ramat Gan, en la periferia de Tel Aviv, donde tiene su sede la Bar-Ilan, voceros de la institución dijeron que el donante estadounidense «ve a Israel como un refugio seguro para el pueblo judío» y está «comprometido con su estabilidad económica y social».
«Eligió la Universidad Bar-Ilan como la institución más capacitada para emprender la gran tarea de expandir la resiliencia tecnológica de Israel basada en la ciencia», subrayaron.
Dinero para el desarrollo de las ciencias
Zaban adelantó que el donativo «se invertirá en el desarrollo de las ciencias deep tech«, que tienen «el potencial de influir positivamente en el futuro de Israel y la humanidad».
«Este regalo permitirá comenzar a implementar nuestra nueva visión para el futuro», dijo el presidente de la universidad israelí, quien lanzó «un llamado» para que «se asocien con nosotros mientras creamos un cambio duradero para nuestra sociedad, nuestra economía y el mundo».