Las autoridades del Technion presentaron junto al presidente de Israel, Itzjak Herzog, un nuevo sello postal diseñado especialmente para celebrar el primer centenario de la famosa universidad tecnológica de Haifa, en el norte del país.
Con motivo de la llegada de Tu Bishvat (la festividad judía que honra la naturaleza y el medio ambiente y que también marca el aniversario oficial del Technion), Herzog recibió al presidente del Technion, el profesor Uri Sivan, para hablar sobre la universidad y sus logros.
Durante la reunión, Sivan le entregó al presidente un sello conmemorativo especial, diseñado en colaboración con el Servicio Filatélico de Correos de Israel, en honor del centenario.
Creado por Pini Hemo, el sello se emitirá para Tu Bishvat, que este año comienza en la noche del 12 de febrero. La imagen, explicaron desde la universidad, «captura la esencia del pasado, el presente y el futuro del Technion».
El pasado, precisaron, se refleja en el número 100 y el edificio histórico del Technion en el barrio Hadar de Haifa, que simboliza las primeras décadas de la institución.
«La innovación científica y tecnológica se muestra en la parte superior del sello a través de una variedad de elementos simbólicos», entre ellos una molécula «que representa logros revolucionarios en química», incluyendo un premio Nobel.

El Technion, afirmó Herzog desde Jerusalén, «es un símbolo de la excelencia israelí: cien años de innovación, investigación de vanguardia y la búsqueda continua de logros de clase mundial».
La historia de un milagro
Sivan, por su lado, dijo que, a su juicio, la historia del Technion «es nada menos que un milagro» centenario que comenzó con «un único edificio con apenas dieciséis estudiantes varones y una alumna» y creció hasta ser «una universidad de renombre mundial, hogar de premios Nobel».
La universidad, que cuenta con campus internacionales en Nueva York y China, se transformó en «una piedra angular del progreso de Israel, desde sus inicios hasta la actualidad», completó Sivan.
En diciembre de 1924, el Technion dio la bienvenida a su primera clase, aquellos diecisiete estudiantes cuyos estudios se centraban principalmente en la arquitectura y la ingeniería de la construcción.
Con el paso de los años, la universidad brindó al mundo nada menos que cuatro premios Nobel: los distinguidos profesores Avram Hershko, Aaron Ciechanover, Dan Shechtman y el profesor graduado del Technion Arieh Warshel.