Veintiséis jóvenes científicos de Israel fueron elegidos para recibir becas del Consejo Europeo de Investigación (CEI), que tiene su base en Bruselas y busca cada año con estos subsidios «apoyar la investigación de vanguardia» en varios terrenos, desde la medicina y la física hasta las ciencias sociales.
Los investigadores pertenecen al Technion, la Universidad Hebrea de Jerusalén, la de Tel Aviv, el Instituto Weizmann, la Universidad Bar-Ilan y la Ben Gurion del Negev.
Para este año, el Consejo, que forma parte del sistema de la Unión Europea, concedió 400 becas por un total de 628 millones de euros, unos 672 millones de dólares, para ayudar a los investigadores principiantes a «lanzar sus propios proyectos, formar sus equipos y perseguir sus mejores ideas».
«Es parte de nuestra misión brindar a los talentos que inician su carrera la independencia para realizar investigaciones ambiciosas impulsadas por la curiosidad, que puedan dar forma a nuestro futuro», dijo la presidenta del Consejo, Maria Leptin.
La profesora alemana señaló que, en esta ronda de subvenciones, «vimos una de las proporciones más altas de mujeres beneficiarias hasta la fecha, y espero que siga aumentando».
«Felicitaciones a todos los ganadores y buena suerte en su camino hacia el descubrimiento», completó la funcionaria europea.
Quiralidad, dopamina y cambio climático
Las investigaciones que están llevando adelante los jóvenes científicos de Israel que recibieron la becas incluyen, por ejemplo, un estudio del doctor Assaf Ben-Moshe, de la Universidad Bar Ilan, sobre la quiralidad, la propiedad de un objeto de no ser superponible con su imagen en un espejo.
El proyecto de Ben Moshe, que recibió un millón y medio de euros del CEI, podría allanar el camino para controlar la quiralidad en una amplia gama de materiales, con implicaciones de gran alcance para la optoelectrónica y la catálisis asimétrica.
Otro investigador de la misma universidad, el doctor Shahar Alon, recibió casi dos millones de euros para desentrañar las interacciones a nivel celular entre los tumores y el sistema inmunológico, lo que potencialmente puede remodelar el panorama del tratamiento del cáncer.
En Haifa, en la sede del Technion, la profesora Charlotte Vogt recibió uno de los subsidios europeos para tratar de resolver algunos de los problemas del cambio climático y la contaminación, mientras que su colega Ben Engelhard usará el dinero en sus trabajos sobre el sistema de dopamina del cerebro, que está involucrado en muchos procesos cognitivos y conductuales.