Científicos y científicas de siete universidades de Israel fueron seleccionados para recibir las prestigiosas becas del Consejo Europeo de Investigación (CEI) para financiar proyectos de «talentos emergentes» de la región
Se trata de veintinueve investigadores de las universidades israelíes de Tel Aviv y Haifa, la Bar-Ilan, la Hebrea de Jerusalén, Ben-Gurion del Negev, el Instituto Weizmann y el Technion.
En total, 408 investigadores ganaron las subvenciones iniciales del CEI de este año para científicos y científicas de los países europeos y de Israel.
La financiación tiene un valor completo de 636 millones de euros y forma parte del programa Horizon Europe que, según destacó la organización, «ayudará a excelentes científicos jóvenes» que tienen de dos a siete años de experiencia después de sus doctorados.
Las becas les servirán para «lanzar sus propios proyectos, formar sus equipos y perseguir sus ideas más prometedoras», apuntó la CEI, el organismo creado en el 2007 para sostener la investigación e innovación en la Unión Europea.
«Estamos orgullosos de capacitar a los investigadores más jóvenes para que sigan su curiosidad», afirmó Mariya Gabriel, la comisionada europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud.
Los investigadores seleccionados, continuó, «aportan una notable riqueza de ideas científicas, ampliarán nuestro conocimiento y algunos ya tienen aplicaciones prácticas a la vista».
Haber obtenido las becas «nos ubica a la vanguardia de las universidades más destacadas de Europa», dijo por su parte el profesor Jacob Rubinstein, vicepresidente ejecutivo de investigación del Technion.
«Estamos orgullosos de capacitar a los investigadores más jóvenes para que sigan su curiosidad»
Rubinstein remarcó que de la famosa universidad tecnológica de Haifa provienen cuatro profesoras ganadoras de la beca europea.
Es «una representación de género notable, algo de lo que estamos orgullosos», aseguró.
Los proyectos israelíes seleccionados van desde los terrenos de la óptica cuántica y la aritmética a los de alimentación alternativa y la dinámica de grupos, pasando por el desarrollo cognitivo y la interacción de neutrinos.
Por ejemplo, la profesora Naama Geva-Zatorsky, del Technion, estudia las interacciones de la microbiota intestinal con nuestro sistema inmunitario y sus posibles efectos sobre la salud humana.
Ofra Amir, también profesora del Technion, se dedica entretanto al estudio de la intersección de la inteligencia artificial y la interacción entre los humanos y las computadoras.
La doctoa Chana Kranzler, de la Universidad Bar-Ilan y receptora de una beca de 1,8 millones de euros, está llevando adelante una investigación sobre un grupo de fitoplancton llamado diatomeas y los virus únicos y misteriosos que infectan sus poblaciones en el océano.
Los galardonados provienen no solamente del campo de las ciencias duras sino también de las sociales.
En ese sentido, el doctor Yotam Kaplan, también de la Bar-Ilan, obtuvo una beca de 1,2 millones de dólares para avanzar son su estudio sobre el concepto legal clásico de «enriquecimiento injusto», que se refiere a ganancias obtenidas a través de actividades inmorales, ilícitas o dañinas.