El Parque Nacional Tel Ashkelon será reabierto al público con una espectacular adición a su recorrido: una basílica romana de hace 2.000 años, la más grande de su tipo en Israel
Según informaron desde la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), el parque, que se ubica al sudoeste de la ciudad de Ashkelon, fue objeto de un «extensivo» trabajo de desarrollo que, además de la basílica, también descubrió un «odeón» o teatro romano.
Gracias a esas labores de desarrollo, los expertos hallaron la basílica, el edificio del período romano alrededor del cual giraba la vida pública local, ya que allí -al igual que en construcciones similares a lo largo del imperio- se celebraban a diario festivales, reuniones de negocios y sociales.
(Más adelante, muchos de estos edificios, en especial cuando el Imperio Romano se volvió oficialmente cristiano, se convirtieron en recintos para la celebración de la liturgia de la -por aquel entonces- nueva religión)
El enorme edificio, que cubría una superficie de 115 x 34 metros, formaba parte de lo que era entonces el centro de Ashkelon.
Edificios levantados en la era de «uno de los mayores constructores» de la historia de la región
«Durante la dinastía romana Severa, en los siglos II y III d.C., fue renovado, se llevaron al lugar elementos arquitectónicos de mármol y se agregó un pequeño teatro», precisó la doctora Rachel Bar-Natan, quien encabezó las excavaciones de la AAI junto a los expertos Saar Ganor y Federico Kobrin.
Las monedas herodianas descubiertas en los pisos antiguos de la estructura muestran que fue erigida «en la época de uno de los mayores constructores que jamás haya vivido en el país», señalaron los expertos, en referencia al rey Herodes el Grande.
En efecto, los escritos del historiador Josefo mencionan las construcciones de Herodes en la ciudad de Ashkelon y enumeran fuentes, una casa de baños y pasillos con columnas.
«Ahora, en base a la nueva evidencia arqueológica, podemos comprender los orígenes del registro histórico» dejado por Josefo, afirmó la doctora Bar-Natan.
Columnas y capiteles de mármol, importado desde Asia Menor
La AAI indicó que el techo de la basílica estaba dividido en tres partes: una sala central y dos salas laterales. La sala estaba rodeada de filas de columnas y capiteles de mármol, que se elevaban a una altura estimada de 13 metros y sostenían el techo del edificio.
También el piso y las paredes fueron de mármol, muy probablemente importado desde Asia Menor «en barcos mercantes que llegaron a las costas de Ashkelon, que era una ciudad comercial famosa y bulliciosa», destacaron.
Los voceros de la oficina de antigüedades reportaron que se encontraron alrededor de 200 piezas de mármol que pesan cientos de toneladas en total, «lo que demuestra el gran esplendor del edificio».
Entre esos elementos, agregaron, los expertos hallaron «decenas de capiteles de columnas con motivos de plantas, y algunos con un águila, símbolo del Imperio Romano».
Todo está prácticamente listo y solamente resta esperar que el sitio se reabra «una vez finalizado el trabajo de desarrollo, conservación y restauración», adelantaron desde la AAI.
La Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel y la Municipalidad de Ashkelon también están construyendo una nueva red de senderos accesibles diseñados para exhibir y brindar un mejor acceso a la naturaleza, el patrimonio y el paisaje únicos del sitio histórico.