Un «resort kosher» de Paphos, en Chipre, ofrece a los turistas israelíes comidas reguladas por las normas judías, horarios especiales de baño para mujeres y varones religiosos y hasta la posibilidad de contar con el snack nacional favorito.
«El Blue Lagoon Hotel es apropiado para cualquiera que quiera disfrutar de unas vacaciones kosher en el extranjero» y los huéspedes «son muy diversos», incluyendo ortodoxos y laicos, israelíes y europeos y judíos de todo el mundo, se publicita el resort en su sitio de internet.
De todas maneras advierten que no todo el hotel es kosher, sino que cuenta con dos cocinas y dos comedores: uno que cumple con las normas judías y otro regular donde se sirven alimentos «comunes».
El comedor Blue Lagoon, afirman, está ubicado en un piso separado del hotel con una cocina diferenciada estrictamente kosher dirigida por un chef israelí y una zona «grande y espaciosa» que sirve ese tipo de comidas «de calidad por la mañana y por la noche».
Los chipriotas están desde hace siglos muy conectados con el pueblo judío y con la tierra de Israel. Las relaciones son excelentes entre Jerusalén y Nicosia, tanto que el grupo islamista Hezbollah recientemente amenazó a la isla por su conexión con Israel.
Vacaciones kosher
Pero volviendo al terreno más agradable de las vacaciones, que muchísimos israelíes eligen pasar en Chipre, este «resort kosher» fue objeto de un largo artículo del popular portal Walla.
«Deja las latas (de comida) en casa: encontramos las vacaciones más kosher en el extranjero», recomendó la nota del website a los turistas ortodoxos que llevan de viaje en sus maletas provisiones de alimentos aprobados por el rabinato.
Aquellos que observan estrictamente las normas judías, describió Walla, «están íntimamente familiarizados con la dificultad de encontrar unas vacaciones kosher en el extranjero».
«Si existe la posibilidad de ir a relajarse fuera del turbulento Israel, siempre encontrarán una sartén, una olla y una variedad de conservas y refrigerios kosher en el equipaje» de los turistas ortodoxos.
Se trata, afirmó la publicación, de un plan «realmente desafiante, especialmente cuando a esto se suman niños y una familia entera».
La cadena propietaria del Blue Lagoon de Chipre evidentemente estaba bien al tanto de estas dificultades y se organizaron para atraer la mayor cantidad posible de turistas judíos preocupados por la kashrut.
Sala de juegos, spa… y sinagoga
Cuenta con «tres piscinas, sala de juegos, habitaciones bien equipadas y espaciosas, un paseo marítimo a lo largo de la pintoresca costa, un spa, una sinagoga y dos comidas kosher al día», elogió Walla.
«Sí, sí lo que escuchaste: el hotel tiene un comedor kosher con un supervisor que está constantemente bajo la supervisión del rabino de la comunidad» local, abundó el reporte.
Yair Levy, el supervisor de la cocina y el comedor, le contó al portal que los encargados de este sector «traemos los ingredientes desde Europa e Israel» y obtienen la carne aprobada por las normas judías de la organización Jabad.
«Cada producto tiene un código de barras y se identifica todo lo que entra al comedor», aseveró Levy.
Cerca del comedor kosher se encuentra la gran sinagoga del hotel, con capacidad para unos 100 fieles. Según Levy, «en los días festivos está lleno y siempre hay un minyán (el número mínimo de diez varones que ya hayan hecho el bar mitzvá que se necesita para rezar) entre semana».
Un detalle importante para los israelíes demasiado aficionados a sus propios sabores: el hotel, que es kosher desde hace siete años, cuenta con un minimercado donde se pueden comprar muchos de los snacks favoritos del país, incluyendo, claro, el famoso Bamba.