A casi una semana de la masacre de Janucá que conmocionó a Australia, la playa de Bondi, en Sydney, volvió a convertirse en un espacio de encuentro y memoria. Allí, donde un ataque terrorista dejó quince personas asesinadas, cientos de surfistas y nadadores ingresaron al mar al amanecer del viernes para rendir homenaje a las víctimas.
Remando más allá de la rompiente, los participantes formaron un gran círculo en el mar. Algunos permanecieron en el agua nadando, otros sobre sus tablas de surf, solos o en pareja, y no faltaron mascotas, según se pudo ver en las emotivas imágenes reproducidas en redes sociales.
En la orilla, mientras tanto, Bondi seguía siendo un sitio de vigilia: ramos de flores, mensajes escritos a mano y retratos recordaban a quienes perdieron la vida en el atentado -al parecer de matriz islamista- ocurrido durante los festejos de Janucá.
Cuando el sol empezó a elevarse, el silencio dominó el agua. Luego de un minuto de recogimiento, un silbato marcó el final del homenaje y el círculo estalló en aplausos, gritos y vítores.
«Se sentía una energía increíble ahí afuera, cuando todos empezaron a celebrar… es una forma de mostrar quiénes somos», contó la surfista local Larissa Volken en declaraciones al canal ABC.
Christophe, vecino de Bondi desde hace dieciséis años y surfista habitual de la playa, dijo que el encuentro ayudó a aliviar el miedo que quedó tras el ataque. «En cuanto la gente volvió a su lugar de felicidad, que es el agua, todo empezó a sentirse mejor», afirmó. «Sientes ese espíritu de comunidad, y eso me hizo amar todavía más a Bondi», agregó el surfista.
Los organizadores, «abrumados» por la convocatoria
El evento superó ampliamente la convocatoria esperada. Trent Knox, uno de los organizadores y referente de los deportistas de la zona, apuntó que participaron más de 2.000 personas, cuatro veces más de lo previsto.
«Estaba abrumado por la cantidad de gente. Había personas de todos los ámbitos, incluso algunas que no se sienten seguras sobre una tabla y aun así nadaron hasta el círculo» del tributo en el agua, señaló Knox, quien coordinó la iniciativa junto al rabino Joseph Eichenblett y al residente local David Solsky, ambos vinculados a la comunidad judía.
Mourners have paddled out to Bondi Beach to remember the 15 victims killed during Sunday’s terror attack. Over 1000 people are estimated to have participated in the paddle out from the North Bondi Surf Club, with some also swimming, before forming a circle and holding a minute’s… pic.twitter.com/ZP6s6Oxqj0
— 7NEWS Melbourne (@7NewsMelbourne) December 19, 2025
Solsky destacó que el gesto tuvo un significado profundo para muchos judíos australianos. «Somos una comunidad que en los últimos años se viene sintiendo bastante aislada. Ver a tanta gente en el agua, escuchar mensajes de apoyo, es algo increíble», afirmó en declaraciones a Nine News.
Para Knox, el objetivo fue claro: «La comunidad judía necesita apoyo y contención ahora. Ojalá esto envíe una onda de positividad al mundo».
Funerales y homenajes
El tributo en el agua se produjo mientras Sídney continúa despidiendo a las víctimas del atentado. En los días posteriores al ataque se realizaron funerales y homenajes, y la playa comenzó lentamente a retomar su rutina, con el regreso de los guardavidas a sus patrullas habituales.
Bondi, uno de los puntos más concurridos del país por surfistas y nadadores, estaba llena el día del ataque, el 14 de diciembre, cuando dos agresores -padre e hijo- comenzaron a disparar sobre la multitud reunida para el encendido de la primera vela de Janucá.
El ataque se convirtió en el incidente terrorista más mortífero y el segundo tiroteo masivo más mortífero en la historia moderna de Australia. Pero también se registraron episodios de heroísmo, como la pareja judía que murió intentando detener a uno de los agresores y el inmigrante musulmán que logró desarmar al otro.
Ahmed al Ahmed, el hombre que se convirtió en símbolo de valentía tras enfrentarse a uno de los atacantes y arrebatarle el arma, sigue hospitalizado por las heridas sufridas y fue recientemente homenajeado con una colecta solidaria que reunió millones de dólares australianos.
Para muchos de los que participaron del paddle out de este viernes, el círculo en el mar fue una forma de empezar a sanar. Al salir del agua, algunos se abrazaron en silencio y otros se detuvieron frente al parque donde ocurrió el ataque, donde dibujos, velas y símbolos vinculados a Janucá siguen marcando un espacio de duelo compartido.













