El nuevo presidente de Siria, Ahmed al-Sharaa, el ex líder jihadista de al-Qaeda antes conocido por su nombre de guerra, Abu Mohammad al-Julani, pasó por Nueva York para la asamblea general de las Naciones Unidas y aseguró que, en su país, «le tenemos miedo a Israel».
Al-Sharaa pronunció su discurso ante la asamblea de la ONU este miércoles e hizo historia: fue el primer mensaje de un líder sirio ante ese foro desde 1967.
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Resultó también un hecho notable porque, hace apenas dos décadas, en el 2006 en Irak, donde actuaba en las filas de al-Qaeda, al-Sharaa fue arrestado por las fuerzas estadounidenses mientras colocaba explosivos.
El entonces futuro presidente de Siria estuvo encarcelado durante más de cinco años en varios centros de detención en Irak, incluyendo la tristemente célebre prisión de Abu Ghraib, y consiguió ser liberado en el 2011.
Posteriormente, Estados Unidos designó a su grupo, Hayat Tahrir al-Sham, como organización terrorista extranjera en el 2018, una medida que no revocó hasta julio del 2025. Durante gran parte de ese lapso, se ofreció una recompensa de diez millones de dólares por Al-Sharaa.
Ida y vuelta entre Siria, Arabia Saudita e Irak
Nacido en 1982 en Arabia Saudita en el seno de una familia de clase media de origen sirio, al-Sharaa creció en Damasco y, después de varias idas y vueltas en las organizaciones jihadistas, se convirtió en el líder que derribó el sangriento régimen de Bashar al-Assad a fines del 2024.
Desde que asumió la presidencia interina, el ex al-Qaeda inició amplios esfuerzos para acercarse a Occidente, e incluso mantuvo una reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en mayo de este año en Arabia Saudita.

Desde aquel momento se viene hablando de la posibilidad de un tratado de seguridad con Israel e incluso de un eventual ingreso a los Acuerdos de Abraham. Pero, en esta visita a Nueva York, al-Sharaa puso las cosas en perspectiva.
«Durante largos años sufrimos injusticias, privaciones y opresión», afirmó el líder sirio en el Palacio de Cristal, en referencia a la larga dictadura de Hafez al-Assad y su hijo, Bashar. Pero «luego nos alzamos para reclamar nuestra dignidad», recordó.
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El líder sirio aprovechó su debut en la ONU para condenar las incursiones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre su territorio desde el triunfo de la revuelta que desplazó a los Assad.
Las FDI, en efecto, lanzaron varios ataques aéreos e incursiones terrestres para eliminar arsenales del régimen anterior y para defender a la minoría drusa, que sufrió diversos ataques de partes de milicias armadas sirias.
Según al-Sharaa, «las políticas israelíes contradicen la postura internacional de apoyo a Siria», porque -interpretó- amenazan provocar «nuevas crisis y conflictos en nuestra región».
De evento en evento en NYC
Además de su histórica aparición en la asamblea de la ONU, al-Sharaa participó de otras reuniones de alto nivel, incluyendo un encuentro con periodistas y diplomáticos organizado en Nueva York por el Middle East Institute, un think tank con base en Washington DC.
Consultado sobre las tratativas con el gobierno de Jerusalén, el presidente sirio dijo que «existen múltiples riesgos si Israel demora las negociaciones e insiste en violar nuestro espacio aéreo y realizar incursiones en nuestro territorio».
«No somos nosotros quienes le estamos creando problemas a Israel. Le tenemos miedo a Israel, no al revés», declaró en el evento del Middle East Institute.
«Siria es diferente»
En otra reunión celebrada en los márgenes de la asamblea general de la ONU, se refirió a los Acuerdos de Abraham, que en el 2020 sellaron la normalización de las relaciones de Israel con Marruecos, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos.
«Siria es diferente, ya que quienes forman parte de los Acuerdos de Abraham no son vecinos de Israel», apuntó. Además, «Siria fue objeto de más de mil incursiones, ataques e incursiones israelíes desde las Alturas del Golan».
Israel, continuó, «debe retirarse del territorio sirio» al que entraron las FDI en la zona de las Alturas del Golan tras la caída de Assad «y las preocupaciones de seguridad pueden abordarse mediante conversaciones».
«La cuestión es si las preocupaciones de Israel se centran realmente en la seguridad o en planes expansionistas», algo que «revelarán las conversaciones», especuló.