Científicos de la Universidad de Tel Aviv y del Instituto para la Investigación Biológica de Nes Ziona, en Israel, aplicaron los conocimientos desarrollados durante la pandemia de COVID para crear una vacuna capaz de enfrentar una enfermedad legendaria.
A partir de la plataforma desarrollada para las vacunas contra el coronavirus, los investigadores trabajaron para poner a punto otra, también basada en ARNm, para enfrentar esta bacteria mortal resistente a los antibióticos y que marca los libros de historia de la humanidad.
Los investigadores probaron la resistencia de la vacuna al patógeno virulento que causa la enfermedad y demostraron una protección del 100 por ciento contra la infección en modelos animales.
Ahora, los científicos esperan que esta tecnología pueda utilizarse también para combatir otras bacterias letales.
Desde el equipo de investigación señalaron que la vacuna está basada en ARNm que se administra mediante nanopartículas lipídicas, como la que se usó para detener el COVID-19. Pero su aplicación es eficaz contra virus, no contra bacterias como la que provoca la peste bubónica.
En efecto, los científicos trabajaron en una vacuna contra la enfermedad que asoló la humanidad en la Edad Media, un mal que luego se convirtió en materia de mitos y leyendas, pero solamente después de acabar con dos tercios de la población europea de la época.
Una enfermedad que sigue presente
Aunque parezca tema de novelas y películas, la peste sigue presente en el planeta. De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los años 2010 y 2015 se notificaron 3.248 casos en todo el mundo, 584 de ellos mortales.
Por ejemplo, a mediados del 2020, una región de China se declaró en alerta preventiva tras confirmarse un caso de la enfermedad en la localidad de Baynnur, en el norte del país.
La peste es una enfermedad infecciosa causada por Yersinia pestis, una bacteria zoonótica que suele encontrarse en pequeños mamíferos y en las pulgas que los parasitan.
Hay dos formas clínicas principales de peste: bubónica y neumónica, aunque la primera, caracterizada por la tumefacción dolorosa de los ganglios linfáticos, denominados «bubones», es la más frecuente.
Cómo vivir y replicarse
El doctor Uri Elia, uno de los miembros del equipo de investigación liderado por el profesor Dan Peer, recordó que los virus dependen de una célula huésped para sobrevivir y replicarse.
Pero «las bacterias son diferentes: producen sus propias proteínas y no dependen de células humanas -precisó-. Además, debido a las diferentes trayectorias evolutivas de los humanos y las bacterias, sus proteínas son muy diferentes a las nuestras».
En el 2023, los investigadores habían desarrollado un método único para producir la proteína bacteriana dentro de una célula humana, de forma que el sistema inmunitario la reconozca y, por lo tanto, aprenda a defenderse.
Así pudieron demostrar en Israel por primera vez que es posible desarrollar una vacuna de ARNm eficaz contra las bacterias. Y para confirmarlo eligieron a la Yersinia pestis, la bacteria causante de la peste bubónica.
En modelos animales, los investigadores mostraron que es posible vacunar eficazmente contra la enfermedad con una sola dosis.
«Protección del 100 por ciento»
Peer explicó que, en el estudio anterior, se desarrolló una vacuna contra una forma de peste que se transmite por la piel, por ejemplo, a través de picaduras de pulgas.
Para el estudio actual en la Universidad de Tel Aviv, apuntó, «elegimos un objetivo mucho más ambicioso: la peste neumónica, que se transmite de persona a persona y causa enfermedades respiratorias, lo que dificulta especialmente el desarrollo de una vacuna».
«La probamos en varias cepas de modelos animales y descubrimos que, tras dos dosis de la vacuna, logramos una protección del 100 por ciento contra la peste neumónica: los animales infectados no enfermaron en absoluto», aseveró.
Según el prestigioso científico israelí, el éxito de esta investigación -cuyos resultados se publicaron en la revista especializada Advanced Science– «abre el camino a todo un mundo de vacunas basadas en ARNm contra otras bacterias mortales».













