Una conocida influencer gastronómica que desde hace tiempo recorre Israel compartiendo lugares, sabores y recetas, llegó en su búsqueda del «taco perfecto» hasta el popular establecimiento que un emprendedor mexicano tiene en Jerusalén.
«Algunos de los mejores tacos que probarás en todo el mundo están aquí mismo en Jerusalén«, en Tacos Luis, aseguró Adeena Sussman, una autora best seller estadounidense que en el 2018 se instaló en Israel y desde aquí celebra la gastronomía local junto a miles de seguidores.
De Oaxaca a Jerusalén, con amor (y guacamole)
En ese mismo 2018, Luis Cruz abrió su local en Jerusalén. Había conocido en México a su esposa israelí, junto se mudaron a Nueva York y, cuando quedaron a la espera de un niño, decidieron que era tiempo de moverse todos juntos al país de origen materno.
«Abrir un lugar de comida mexicana fuera de México no es sencillo», le decía Cruz a la revista Expansión en el 2019. «Y menos, en un sitio tan lejano como Israel, donde las tortillas a nadie se le pasaban por la cabeza», añadió en la conversación con el portal mexicano.
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Además de sus habilidades culinarias, Luis demostró, junto a su esposa, tener buenas ideas financieras. Para arrancar con el negocio, la pareja organizó una campaña de crowdfunding que ofrecía a los donantes comidas «a futuro» y reuniones de degustación de delicias mexicanas.
¿El resultado? Consiguieron unos 40.000 dólares para abrir el local. Meses más tarde, recordaba entre risas en la nota de Expansión, algunos aportantes todavía se acercaban al negocio «para cobrar en tacos la inversión que hicieron en nosotros».
Con ese respaldo, y en poco tiempo, Tacos Luis se convirtió en un punto muy destacado del mapa gastronómico de Jerusalén, una reputación que continúa con el paso de los años, tal como demuestra la elogiosa reseña de Sussman.
El arte del taco kosher perfecto
«Todo, absolutamente todo, se elabora en el local, empezando por la masa que Luis nixtamaliza él mismo y que luego convierte en unas tortillas de maíz impecables», relató la influencer en el texto que acompaña el video en su cuenta de Instagram.
«La barbacoa de ternera y las carnitas (normalmente hechas con cerdo; pero no en este restaurante kosher) son tiernas, jugosas y perfectamente sazonadas», aseguró Sussman, quien recordó que en el local se pueden consumir también margaritas y otros platos exquisitos.
Bromeando, escribió que su «única queja» es «que no haya una sucursal en Tel Aviv» de Tacos Luis. «Pero, ¿acaso el hecho de que los mejores tacos de Israel estén en la Ciudad Santa no los hace aún más deliciosos?», completó.
En el video, Luis muestra desde Jerusalén su sencilla y certera técnica para poner a punto lo más cercano a un «taco perfecto». Incluso explica cómo hay que tomar el taco en una mano y la disposición ideal de los dedos.
Cruz, que es originario de Oaxaca, aseguró que en su local se preparan cada día, de manera artesanal, unas 2.000 tortillas para los tacos, y reveló además la cantidad exacta de guacamole que, a su juicio, deben llevar estos antojitos.
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Dos historias de amor y migración
La de Sussman también es una historia de éxito migrante: creció en Palo Alto, en California, siempre conectada con la comunidad judía local, lo que resultó en numerosos viajes a Israel que duraron entre apenas semanas y varios años, incluso con un trabajo en la televisión local.
Después de vivir cinco años en Jerusalén, se mudó de regreso a Estados Unidos, donde desarrolló su carrera en el periodismo gastronómico, escribiendo para publicaciones como Time Out New York y The Jewish Week y como gerente de proyectos especiales en la revista Gourmet.
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El destino tiene infinitos rostros y el de la futura influencer online llegó cuando conoció en Estados Unidos a su futuro marido, quien había vivido en Israel por décadas. Se casaron en el 2017 y, al año siguiente, hicieron las maletas con destino al aeropuerto Ben Gurion.
Supuestamente, el plan era quedarse unos meses, pero la pareja decidió que Israel iba a ser su hogar permanente. «Regresé a Israel por amor y me quedé por la comida«, confesó Sussman, risueña, durante una entrevista con el Jerusalem Post.
