Desde Cabo Cañaveral, en Florida, y a bordo del cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX, del multimillonario Elon Musk, Israel lanzó este domingo al espacio su nuevo satélite, el Dror 1, considerado uno de los más avanzados del mundo.
Según informaron desde Israel Aerospace Industries (IAI), la empresa que desarrolló el aparato, el satélite completó el proceso de lanzamiento y ya se recibieron los primeros diagnósticos positivos.
En las próximas semanas, tras entrar en órbita alrededor de la Tierra, los ingenieros de IAI realizarán una serie de pruebas diseñadas para verificar el correcto funcionamiento del satélite.
A partir de entonces, señalaron voceros de la compañía israelí, que es además una de las más importantes del mundo en el terreno de la defensa, el Dror 1 emprenderá su viaje plurianual en el espacio como el satélite nacional de comunicaciones de Israel.
Señalado como uno de los más avanzados de su tipo en el mundo, con capacidades innovadoras desarrolladas en el país, el satélite opera a una altitud aproximada de 36.000 kilómetros.
Su misión, apuntaron desde IAI, es «cubrir las necesidades de comunicación del estado de Israel en los próximos años». El Dror 1, agregaron, cuenta con «capacidades de comunicación avanzadas y únicas que le permitirán flexibilidad» durante toda su vida útil.
Se trata del «satélite de comunicaciones más avanzado construido» en el país y fue diseñado para preservar la capacidad estratégica y, «al mismo tiempo, proporcionar a Israel capacidades esenciales de comunicación satelital para los años venideros», remarcó Boaz Levy, CEO de IAI.
El programa espacial israelí, siguió Levy, «evolucionó de una visión a una realidad gracias a la creatividad e innovación de los empleados de IAI, quienes desarrollaron tecnologías complejas y revolucionarias a lo largo de los años».
Este satélite se suma a otros dispositivos de comunicación y observación de IAI en el espacio, «que satisfacen las importantes necesidades de Israel y de otros clientes», completó el directivo.
La compañía se encuentra en el centro del programa espacial israelí desde la década del ’80, con el lanzamiento del primer satélite de observación, el Ofek 1, al que siguieron otros de la misma familia.