En medio de su enfrentamiento político con el gobierno de Jerusalén, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, eligió a los aviones de combate Gripen, producidos por la compañía sueca Saab, para remplazar los viejos Kfir adquiridos a Israel en la década del ’80.
El anuncio fue hecho por el propio Petro a través de su cuenta en la red social X (ex Twitter), y pone fin a años de especulación sobre cuál iba a ser el avión seleccionado para suplantar a los aparatos que durante décadas fueron columna vertebral de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC).
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Según informó el portal Defensa.com, «uno de los aspectos más significativos del acuerdo es la serie de beneficios de compensación social que Suecia ofrecerá a Colombia como parte del contrato».
Esas iniciativas incluyen «la instalación de una fábrica de paneles solares flexibles de última generación en el departamento de Córdoba» y «el desarrollo de infraestructura de agua potable en zonas desfavorecidas de La Guajira», indicó el portal.
También una «modernización» del Hospital San Juan de Dios en Bogotá «con tecnología médica avanzada», que representa «un proyecto de especial interés para el presidente Petro», interpretó Defensa.com.
De todas maneras, y a pesar del anuncio de Petro, la revista colombiana Semana apuntó este sábado que «no hay datos claros de la adquisición».
Petro, añadió la publicación, «anunció que los aviones Kfir serán reemplazados por los suecos Saab, pero ni la Fuerza Aeroespacial sabe cuántos se comprarán, ni cuál será su costo».
Todavía sin detalles
Citado por la revista, el mayor general Carlos Fernando Silva, jefe de estado mayor de la FAC, declaró: «no podríamos apresurarnos en este momento a decir cuál es el costo total porque no hemos establecido exactamente los detalles».
«Nuestra intención -añadió el militar- es una flota de entre 16 y 24 aviones» pero «ese aspecto puntual no está definido». Por ahora, añadió Semana, «tampoco se tiene la fecha en la que las aeronaves aterrizarán en Colombia».

«¿La FAC está desinformada o el presidente se apresuró?», completó el conocido semanario del país sudamericano.
Comentando la noticia, el portal Times of Israel señaló que la decisión de remplazar los Kfir se tomó mucho antes de la llegada de Petro al poder en agosto del 2022.
«Aunque los nuevos planes de compra (de los aviones suecos) fueron anunciados en medio de una falta de relaciones diplomáticas con Israel, los últimos tres gobiernos de Colombia ya habían citado intenciones de reemplazar los aviones Kfir», resumió el periódico.
Colombia, recordó Times of Israel, cuenta con veintidós Kfir, que fueron adquiridos a finales de la década del ’80 del siglo pasado y cuyo mantenimiento «solo puede ser realizado por una empresa israelí».
Los aviones, continuó el reporte, «se emplearon en varios ataques a campamentos guerrilleros remotos que debilitaron a las entonces Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)».
Según el diario israelí, esas ofensivas «impulsaron al grupo rebelde a entablar conversaciones de paz que culminaron en su desarme en el 2016».
La mayor inversión en décadas
La compra de los Gripen, apuntó por su lado Defensa.com, representa «la mayor inversión en equipo militar para Colombia en décadas y ha generado diversas reacciones». En el pasado, agregó, «sectores de izquierda, incluido el propio Petro, cuestionaron el alto costo de los aviones de combate».
Pero ahora, la necesidad de reemplazar los Kfir, cuya vida útil llegó «a su límite a pesar de numerosas modernizaciones, hizo inevitable la adquisición», siguió el reporte.
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La reciente ruptura de relaciones diplomáticas entre Colombia e Israel, a causa de la guerra que estalló en Gaza tras el ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre del 2023, «también influyó en la decisión», concluyó.
Petro, por su lado, aprovecha todos los frentes posibles para expresar su furibunda posición anti-israelí. Por ejemplo, en los últimos días designó como director de Asuntos Religiosos de su gobierno a un controvertido «falso rabino» cercano al régimen de Irán.