Una nueva muestra del progresivo acercamiento bilateral en el terreno de la defensa: una subsidiaria de una importante empresa israelí abrió una fábrica para producir drones kamikaze en la zona de Casablanca, en Marruecos.
BlueBird Aero Systems, filial de Israel Aerospace Industries (IAI, una de las firmas de armamentos y seguridad más importantes de la región y el mundo), estableció la planta de producción en el país del norte de África para fabricar sus municiones merodeadoras SpyX.
También le puede interesar: Por primera vez, una empresa israelí de defensa se instala en los Emiratos Árabes Unidos
Según informó el sitio Defense Post, la fábrica se encuentra en Benslimane, en la región de Casablanca-Settat. La «instalación convierte a Marruecos en el primer país del norte de África y Medio Oriente, después de Israel, en fabricar estos drones kamikaze», destacó el reporte.
Citando medios marroquíes, el portal especializado dijo que el proyecto «también incluye un programa de transferencia de tecnología para capacitar a ingenieros marroquíes en el ensamblaje y mantenimiento de los sistemas a nivel local».
Las fuerzas armadas del país africano ya probaron con éxito los drones desarrollados por Blue Bird, según destacó en octubre de este año la prensa española, en general muy atenta a las novedades militares en Marruecos.
El diario El Independiente, por ejemplo, compartió un video, grabado por BlueBird Aero Systems, en el que se ven maniobras de práctica con el dron «en Bojador, en el Sahara Occidental, la antigua colonia española» que sigue siendo una espina en las relaciones entre Madrid y Rabat.
En las imágenes, señaló el periódico con preocupación, «se aprecia una base improvisada en pleno desierto, monitores de seguimiento y una catapulta lanzando el aparato que se pierde en el horizonte antes de impactar, con precisión quirúrgica, sobre un tanque».
En picada, a 250 kilómetros por hora
Con sus diez kilos de peso y autonomía de vuelo de hasta dos horas, el SpyX es uno de los más apreciados aparatos aéreos no tripulados del tipo kamikaze o merodeador. Puede sobrevolar su objetivo hasta que su operador encuentra el momento apropiado para lanzarlo en picada.
Su ojiva intercambiable de 2,5 kilogramos impacta a más de 250 kilómetros por hora sobre el blanco: se autodestruye (por ello la denominación kamikaze) y destroza el objetivo elegido por los comandantes.
«Dispone de sistemas de abortar o reanudar la misión en pleno vuelo y su modularidad le permite adaptar distintos tipos de ojiva —antipersonal, antivehículo o antitanque— según el objetivo», recordó El Independiente.
Los ambiciosos planes militares marroquíes
Ahora, después de las pruebas, los drones kamikaze desarrollados por la empresa israelí se fabricarán directamente en Marruecos. Fuentes citadas por Defense Post dijeron que la fábrica de Benslimane «es fundamental para el esfuerzo de Rabat por modernizar sus fuerzas armadas y ampliar sus alianzas en materia de defensa».
El sitio señaló que, además del proyecto israelí, el gobierno de la nación musulmana del norte de África puso en marcha «centros de producción de drones con la empresa turca Baykar y la india Tata Advanced Systems Maroc», al tiempo que amplió adquisiciones estadounidenses.
«Marruecos elevó recientemente su presupuesto de defensa a aproximadamente 15.700 millones de dólares» para el 2026, completó Defense Post, «lo que refleja una estrategia para reforzar» la seguridad nacional y «la independencia tecnológica» y militar.
Para seguir leyendo: Un dron de despegue vertical, de diseño israelí, para el ejército de EEUU
En cuanto a la creciente cooperación con Israel en el terreno militar, se trata de uno de los más claros resultados del ingreso de Marruecos al proceso de los Acuerdos de Abraham.
Pocos meses después de relanzar sus relaciones bilaterales, los dos países firmaron en Rabat, en noviembre del 2021, un histórico tratado de defensa, el primero de Israel con un país árabe.













