El sector israelí de la ciberseguridad sigue produciendo noticias de alto impacto: la empresa Armis logró una inyección masiva de capital que catapultó su valoración hasta los 6.100 millones de dólares.
La compañía, enfocada en proteger infraestructuras informáticas críticas, acaba de cerrar una ronda de financiación de 435 millones de dólares, marcando un hito impresionante en su camino hacia la bolsa de Wall Street.
Liderada por el fondo de crecimiento de Goldman Sachs, la ronda fue catalogada por la propia compañía como una «pre-IPO» (initial public offering). La estrategia es clara: asegurar el músculo financiero necesario para respirar con tranquilidad mientras se afinan los detalles para su planeada IPO (oferta pública inicial) en la bolsa neoyorquina, un evento que se estima ocurrirá entre finales del 2026 y principios del 2027.
El lujo de rechazar ofertas
La nueva valoración de 6.100 millones de dólares no solo la posiciona como una de las empresas de ciberseguridad más grandes de Israel, sino que también subraya su confianza en un crecimiento exponencial.
De hecho, Armis se dio el lujo de rechazar propuestas de adquisición sobre la mesa, incluida una de la firma de capital privado Thoma Bravo para tomar el control en una transacción que valoraba a la compañía en «solo» 5.000 millones de dólares, según reveló el medio Globes.
Armis se especializa en un nicho de altísima sensibilidad: la protección de equipos delicados e infraestructura crítica, como hospitales y compañías de servicios públicos de electricidad y agua.
Su ascenso la coloca a la par de otras startups israelíes que también vieron crecer su valor, como Island (5.000 millones de dólares) y Cyera (6.000 millones de dólares), o la mismísima Wiz, adquirida por Google en 32.000 millones de dólares.
Sin prisa
En conversación con Globes, el cofundador y CEO de Armis, Yevgeny Dibrov, afirmó que la empresa tuvo «muchas ofertas sobre la mesa», pero que su enfoque sigue siendo el crecimiento.
Dibrov reveló métricas impresionantes: la compañía ya superó el umbral de los 300 millones de dólares en ingresos recurrentes anuales (ARR), y la meta es alcanzar una tasa de ARR de 1.000 millones de dólares en los próximos tres años.
El camino a la bolsa, sin embargo, no es apresurado. «No tenemos ninguna prisa por salir a bolsa», enfatizó Dibrov, señalando que pueden seguir operando de forma independiente mientras crecen agresivamente.













