Seis años después de su estreno en el festival de Venecia, el filme del siempre controvertido director Roman Polanski sobre el caso Dreyfus, An Officer and a Spy, se estrenó en Estados Unidos, renovando el interés sobre el famoso episodio de antisemitismo francés de fines del siglo XIX.
En realidad, la llegada de la película a las salas del país norteamericano no podía ser más oportuna, mientras crece alrededor del mundo la ola de antisemitismo que explotó tras el ataque islamista del 7 de octubre del 2023 contra el sur de Israel.
El filme que dramatiza el caso Dreyfus es «una auténtica maravilla», afirmó el crítico Jordan Ruimy, del sitio World of Reel. Polanski «elaboró la película con precisión quirúrgica: solo un verdadero maestro podría crear algo tan atmosféricamente rico y con tanta textura», añadió.
Alfred Dreyfus, un capitán del ejército francés nacido en 1859 en el seno de una familia de origen judío-alsaciano, estuvo en el centro de un escándalo que conmocionó a su país y, luego, al mundo entero.
Traiciones y antisemitismo
A fines de 1894, Dreyfus, un ingeniero politécnico, fue acusado de haber entregado documentos secretos a Alemania. Durante un juicio ante un tribunal militar, fue hallado culpable de alta traición y encarcelado en la tenebrosa prisión de la Isla del Diablo, frente a la Guayana Francesa.
La condena, fogoneada por parte de la dirigencia política y la prensa francesa con tonos claramente antisemitas, contó con un amplio apoyo de la población del país europeo.
Curiosamente, fue un oficial de inteligencia conocido por sus ideas antisemitas, el coronel Georges Picquart, quien descubrió en 1896 que el verdadero traidor había sido el mayor Ferdinand Walsin Esterhazy, descendiente de una familia de la aristocracia húngara.

A pesar de las pruebas, las autoridades militares desecharon la investigación de Picquart y hasta desplazaron al coronel, despachándolo desde Francia a una posición en el norte de África.
Como se recuerda, fue el artículo J’accuse…!, que el escritor Émile Zola publicó en el periódico L’Aurore en enero de 1898, el elemento que cambió la opinión de los franceses sobre el caso Dreyfus y, después de una serie de descalabros judiciales, su reintegración al ejército en 1906.
Una obra maestra, pero con «defectos»
En un interesante artículo para el portal judío estadounidense JTA, los profesores Rebecca Kobrin y Maurice Samuels, ponderaron la película y recomendaron sacar tickets para verla, a pesar de algunos «defectos».
Por ejemplo, Kobrin y Samuels se mostraron asombrados por el hecho de que Polanski «apenas se centra en Dreyfus», y que se trate de una película «de Picquart». El coronel «es el protagonista principal, presente en casi todas las escenas».
«La decisión de convertir al antisemita Picquart (interpretado con gran maestría por Jean Dujardin) en el héroe refleja gran parte de la historiografía, que durante mucho tiempo relegó a Dreyfus a un segundo plano«, afirmaron los historiadores.
«Sin duda, Picquart merece elogios por buscar la verdad a pesar de sus prejuicios, a diferencia de sus colegas», agregaron sobre la película (cuyo estreno se retrasó en Estados Unidos por la pandemia y por los problemas legales del propio Polanski).
Y aunque «fue solo gracias a la notable voluntad de supervivencia de Dreyfus que la verdad y la justicia triunfaron», la película «ignora casi por completo la experiencia» del militar judío francés, lamentaron.
Prestar atención a las lecciones de la historia
An Officer and a Spy, apuntaron, además, es «una película de gran calidad, que llama la atención, tan necesaria, sobre un momento histórico crucial, pero se esfuerza poco por explicar el antisemitismo que engendró el caso Dreyfus».

«Esto resulta sorprendente dada la propia experiencia de Polanski como superviviente del Holocausto«, y «también es especialmente lamentable porque el antisemitismo vuelve a estar en el centro de los debates sobre la naturaleza de la democracia liberal», escribieron Samuels y Kobrin.
«Como académicos, instamos a los judíos estadounidenses a prestar atención a las lecciones clave del caso Dreyfus: las democracias débiles y corruptas a menudo utilizan el antisemitismo para promover diversos objetivos políticos», enfatizaron los historiadores.
En su estreno en Estados Unidos, la prensa de espectáculos en general aplaudió el filme de Polanski, aunque con algunas notables excepciones, como la del New York Times.
«Está bien hecha», y «las películas de Polanski en general lo están», señaló el diario. Sin embargo, «parece ser, en gran medida, una alegoría» sobre la situación del director, quien atravesó escandalosas acusaciones de abuso sexual en Estados Unidos.
En cambio, The Guardian dijo que es «una pieza sólida y bien elaborada», hecha «para durar: cuanto más la miras, más impresionante se vuelve», mientras que varios críticos elogiaron ampliamente la actuación de Dujardin.
Polanski, resumió por su parte la reseña del Wall Street Journal, logró «hacer de una historia ya conocida algo vibrante y urgente». Para el diario norteamericano, El oficial y el espía es «la mejor obra de Polanski en muchos años».