Además del hate contra la estrella israelí Gal Gadot y el hecho de que Adrien Brody volvió a ganar un Oscar por interpretar un personaje judío marcado por el Holocausto, la ceremonia de entrega de los Oscar 2025 dejó más tela para cortar si se la observa con «mirada judía».
Por ejemplo, y volviendo a Brody, el filme por el cual ganó el premio al mejor actor, The Brutalist, tiene varias referencias a la creación del estado de Israel. Pero uno de sus coprotagonistas hizo un gesto en sentido «contrario» durante la velada del domingo último en Los Angeles.
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Según reportó la prensa especializada, que registra todos los detalles de la ceremonia y de la alfombra roja, el actor australiano Guy Pearce, que en la película interpreta a un controvertido millonario, llegó con un pin con forma de paloma y la frase Free Palestine.
Una pareja peculiar
En el rubro de las curiosidades asombrosas, los más memoriosos destacaron que, por primera vez en años, tanto el mejor actor como la mejor actriz premiados en los Oscar son judíos.
Brody es hijo de padre judío y de madre también judía pero criada católica por la influencia de su propio padre (el abuelo del actor), un aristócrata de Budapest.
Y Mikey Madison, ganadora por su trabajo en Anora, nació como Mikaela Madison Rosberg en 1999 en Los Angeles en el seno de una familia judía (papá y mamá, psicoanalistas).

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That Oscar looks good on you, Mikey Madison. pic.twitter.com/QgsaEbb59x
— The Academy (@TheAcademy) March 3, 2025
Utilizando un concepto bastante amplio de la herencia hebrea, la prensa judía de Estados Unidos dijo que la última vez que ocurrió esta coincidencia fue en 1987, cuando los vencedores fueron Paul Newman por The Color of Money y Marlee Matlin por Children of a Lesser God.
Matlin es judía y orgullosa de sus raíces, pero el caso de Newman está menos claro. El padre del gran actor norteamericano era en efecto judío, pero su madre pertenecía a la Iglesia de Cristo, Científico.
Según los historiadores, la primera vez de una pareja de mejor actriz y mejor actor consagrados con el Oscar se registró en la novena edición de los premios, en 1937, cuando Paul Muni ganó por La historia de Louis Pasteur y Luise Rainer por El gran Ziegfeld.
Buscando las raíces en Polonia
Siguiendo con el repaso de los Oscar 2025, la velada dejó satisfechos a los seguidores del talentoso actor y director judío estadounidense Jesse Eisenberg, cuyo filme A Real Pain se quedó con el premio en una de las dos categorías en las que estaba nominado.
Kieran Culkin se llevó la estatuilla por haber encarnado de manera brillante a Benji Kaplan, uno de los dos personajes centrales de A Real Pain, una película de profunda temática judía alrededor de un viaje de reconexión con las raíces en Europa.
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En cambio, se fue con las manos vacías otra película con un personaje central judío, aunque, en este caso, de la vida real. Se trata, por supuesto, de A Complete Unknown, el filme de James Mangold sobre el gran Bob Dylan que tenía ocho nominaciones y ganó ninguna.
La revista Hollywood Reporter colocó la sequía de A Complete Unknown entre las mayores decepciones de la velada en el Dolby Theatre de Los Angeles, junto a la derrota de Demi Moore, que perdió en la categoría mejor actriz frente a Mikey Madison.
Inspirándose en la música de las sinagogas
Además de Brody y Madison, la ceremonia de los Oscar 2025 se completó con otro ganador judío en las grandes categorías. Se trató del compositor británico Daniel Blumberg, que se llevó la estatuilla por su impactante banda original de sonido para The Brutalist.
«Definitivamente me volví más consciente de mi herencia judía a medida que fui creciendo», le dijo Blumberg al periódico Jewish Chronicle en el 2020. «Antes la ignoraba bastante -admitió-, pero definitivamente me di cuenta de que es una parte muy importante de mí».
Durante la entrevista, el compositor aseguró que parte de sus creaciones se inspiran en la jazanut, el canto de los jazanim (plural de jazán), el conductor de los segmentos musicales de las ceremonias en las sinagogas.