La inteligencia artificial (IA) está arrasando la lógica económica y social en todos los ámbitos humanos y revolucionando el espacio del trabajo y del estudio, pero también reproduce problemas de diversidad, género y acceso. Para un grupo de ejecutivas israelíes, está claro que la IA necesita más mujeres.
«Creo que las mujeres tiene un papel fundamental para desempeñar en la configuración de la era de la IA», afirmó, por ejemplo, la directora de Ciencia de Datos de KPMG Israel, Yarden Israeli.
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Hablando con el portal CTtech, Israeli afirmó que se necesita «una mayor diversidad de perspectivas al hablar de inteligencia artificial, porque el futuro de la IA no es solo técnico» sino que «es ético, es social, profundamente humano».
«Cuantas más mujeres participen en el desarrollo de la IA, más equilibrada y responsable será esta tecnología», aseveró la directiva de KPMG Israel.
Por su parte, Anne Baer, directora ejecutiva de iKare Innovation y de Women in Tech Israel, las mujeres representan aproximadamente el 47,5 por ciento de la fuerza laboral total del país, pero solamente el 33,5 por ciento del sector de alta tecnología.
Más presencia en las juntas directivas
Si bien esa cifra es alta en comparación con el promedio mundial del 28,2 por ciento, destacó el portal, la representación femenina disminuye aún más en puestos tecnológicos y directivos, «e Israel ocupa el puesto 14 a nivel mundial en cuanto a la proporción de mujeres fundadoras, por detrás de ecosistemas tecnológicos como los de París, Nueva York, Londres y Sidney».
«Necesitamos estar presentes» en las salas donde se toman las decisiones, reclamó Baer. Entrevistada también por CTtech, la ejecutiva remarcó que las implicaciones de la «revolución de la IA» hacen que las mujeres no puedan permitirse el lujo de quedarse al margen.
Se trata, aseveró, de «evitar que los algoritmos que regirán nuestro futuro se desarrollen con sesgos que no representen a la mitad de la población mundial». Es necesaria una mayor «representación de las mujeres a la hora de definir los conjuntos de datos y los algoritmos», agregó.
Keren Fanan, cofundadora y directora ejecutiva de Myop y también miembro de la junta directiva de Women in Tech Israel, señaló que, a su jucio, la tendencia natural de las mujeres hacia el autoaprendizaje y la multitarea puede resultar ser otra ventaja en la carrera de formación continua necesaria para triunfar en un sector de la IA en constante evolución.
«Nadie te va a dar seis meses de licencia remunerada para aprender sobre IA. Tendrás que hacerlo mientras realizas otras tareas -afirmó Fanan-. Y creo que eso es precisamente lo que sabemos hacer» las mujeres.
El mayor desafío, estimó por su lado Baer, es «no perder este tren, porque ahora tenemos una oportunidad, y el desarrollo de este sector va a ser exponencial».
Las mujeres, completó, «necesitamos subirnos desde el principio, para posicionarnos como emprendedoras, para estar entre los cofundadores y para ocupar puestos puramente tecnológicos y directivos».
La brecha, más allá de las herramientas
Datos citados por la revista Forbes a fines del 2024 pronosticaron que la inteligencia artificial aportará 15,7 billones de dólares a la economía mundial en el 2025 pero que menos del 22 por ciento del talento en la IA global está representado por mujeres.
Otro artículo en el mismo medio, de junio de este año, elevó la estimación y la colocó en 31 por ciento, que sigue siendo una porción pequeñísima en relación al aporte de los profesionales varones en el sector.
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«La brecha de género en la IA generativa no se trata solo de quién utiliza las herramientas, sino también de quién las crea», advirtió la autora de la nota, Corinne Post.
Los desarrolladores de IA, recordó, «toman decisiones cruciales -diseñando modelos, seleccionando datos de entrenamiento, determinando el uso de los datos, desarrollando protocolos de prueba- que afectan la responsabilidad, la precisión y el impacto social de la IA».













