Un magnate de la alta tecnología, cuya fortuna supera los 2.400 millones de dólares, anunció que pondrá en marcha una fundación para proteger y apoyar a veteranos artistas israelíes de la música y el cine.
Shlomo Kramer, cofundador de Check Point y CEO de Cato Networks, dos empresas altamente exitosas, consideró que su trabajo se desarrolla en «un mundo de creación» que, a diferencia del arte, «sí ofrece seguridad económica».
«Dado que consumo y disfruto de la cultura israelí, empecé a pensar en quienes eligen un camino creativo diferente que no ofrece la misma estabilidad financiera en etapas posteriores de la vida», añadió el millonario, de 58 años, durante una entrevista con el portal Calcalist.
Con esa preocupación de trasfondo, Kramer lanzó la fundación Coda, que contará con una financiación inicial de cinco millones de shekels (cerca de un millón y medio de dólares) para apoyar a entre cinco y diez artistas veteranos de la música, la poesía y el cine durante tres años.
El reporte dijo que, por «motivos de privacidad», Kramer no reveló los nombres de los artistas, pero en cambio reconoció que hicieron una «contribución significativa a la cultura y que ahora enfrentan dificultades económicas y circunstancias vitales difíciles».
Con la ayuda de una compañera del servicio militar
Para desarrollar el proyecto, el emprendedor se unió a la profesora Naama Friedmann, una de los investigadores israelíes más destacados en el campo del lenguaje y el cerebro, a quien conoce desde que prestaron servicio militar en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
«El objetivo es que el fondo se amplíe con el tiempo para apoyar a más artistas y ofrecer una beca de tres años a quienes tengan una trayectoria y una contribución significativa y de gran alcance a la cultura israelí y necesiten este apoyo», adelantó.
Kramer es noticia habitual en la prensa israelí e internacional, pero cuando se trata de negocios, no de arte. Por ejemplo, en junio de este año se reportó que Cato Networks recolectó 359 millones de dólares en fondos de inversión y alcanzó una valuación de más de 4.800 millones.
Sobre la fundación Coda dijo que el proceso de selección de los artistas que serán beneficiados estará a cargo de Friedmann -quien suele trabajar con músicos nacionales- y un equipo de asesores.
«No podremos apoyar a todos, pero intentaremos apoyar a los más importantes y a quienes realmente lo necesitan», concluyó Kramer, a quien la prensa económica israelí presenta habitualmente como «el padrino de la ciberseguridad» en el país.













