Cada vez más voces se están alzando en Austria advirtiendo que no debería celebrarse la edición 2026 de Eurovision en Viena si las autoridades del festival, bajo la presión de países como España e Irlanda, deciden suspender la participación de Israel.
Versiones sin confirmar señalaron que el propio jefe del gobierno austríaco, Christian Stocker, y otros altos miembros de la formación política en el poder, el Partido Popular, vienen avisando a los responsables de Eurovision que, sin Israel, no habrá Viena 2026.
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Países con líderes anti-israelíes en el gobierno, en particular España, de la mano del socialista Pedro Sánchez, vienen reclamando que no haya un representante de Israel en el próximo festival a causa de la guerra en Gaza.
Sánchez y otros políticos vienen aprovechando el sufrimiento de los civiles en el enclave palestino -que son usados como escudos humanos por Hamas desde que el grupo terrorista cometió un brutal atentado el 7 de octubre del 2023 en sur de Israel- como excusa para congraciarse con radicales locales e internacionales.
Pero los esfuerzos de Sánchez y de los gobiernos de otros países europeos, como Irlanda, Islandia y Eslovenia, viene chocando contra la voluntad de otras naciones del viejo continente.
Para Alemania, un Eurovision sin Israel sería «un escándalo»
Por ejemplo, el canciller alemán, Friedrich Merz, le dijo a la cadena pública ARD, de su país, que una potencial exclusión de Israel del festival musical representaría un escándalo.
De hecho, enfatizó, «me parece un escándalo que esta posibilidad se discuta siquiera» en la cúpula de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), de la que forma parte la emisora estatal Kan. Israel, remarcó Merz, «debe estar» en el tradicional certamen.

La UER anunció recientemente que realizará una asamblea extraordinaria en noviembre para que las televisiones públicas que la componen la organización voten si Israel participa o no en la edición 2026 de Eurovision en Viena.
Algunas versiones surgidas en la capital austríaca destacaron en las últimas horas que una suspensión de Israel tiene ahora menos sentido que nunca, ya que se acordó un cese del fuego en Gaza.
Por ahora, indicó el portal Eurovision Fun, Austria «se encuentra en el centro de una intensa presión política y económica» antes del certamen, en particular porque la celebración del evento representa un negocio de entre cuarenta y cincuenta millones de euros.
Un informe de Der Standard, citado por el sitio, dijo que la radiodifusora pública austriaca ORF está bajo la presión de «ciertas fuerzas políticas» que «piden la cancelación del evento en Viena si la UER decide excluir a Israel de la competición».
«Cabe destacar que Der Standard es el segundo medio de comunicación austriaco que afirma que la ORF está bajo presión política para no albergar Eurovisión 2026 en caso de que Israel sea descalificado», añadió el portal dedicado a noticias del festival.
Israel, gran protagonista del festival
Israel, que comenzó a participar de Eurovision en 1973, y se quedó con la corona máxima en nada menos que cuatro ocasiones. Jerusalén albergó el certamen en 1979 y en 1999, y Tel Aviv en el 2009.
El país es uno de los grandes protagonistas del festival, en especial en los últimos años, con potentes representantes femeninas que quedaron en los primeros lugares, incluyendo a Netta Barzilai, quien se convirtió en la reina del certamen en Lisboa 2028 con el himno feminista Toy.

Pero lo más intenso llegó después: la estrella pop Noa Kirel se quedó con el tercer lugar gracias a Unicorn en Liverpool 2023 y, con la guerra en Gaza ya en marcha, Eden Golan consiguió un espectacular quinto puesto con la conmovedora Hurricane en Malmö 2024.
El impactante segundo puesto de Yuval
En mayo de este año, la enviada israelí fue Yuval Raphael, una sobreviviente del ataque terrorista de Hamas. En una final para el recuerdo en Basilea, Yuval sumó una avalancha de votos del público y terminó segunda con New Day Will Rise.
Raphael no pudo lograr la quinta corona para Israel por el evidente desdén de los jueces «profesionales» (miembros de la industria de la música) que ignoraron la bella canción y su emocionante interpretación.
Curiosamente, el más furibundo impulsor de la suspensión de Israel, España, ganó solamente dos veces Eurovision, y hace más de medio siglo, en 1968 con Massiel y La la la, y en 1969 con Salomé y Vivo cantando.
La victoria de 1969 fue incluso compartida, ya que se registró un cuádruple empate con Gran Bretaña, los Países Bajos y Francia.
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Según la cadena Euronews, la posición de España es «especialmente significativa» por su papel como uno de los cinco grandes patrocinadores de Eurovisión, junto a Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña.
¿Habrá un representante de Israel en Viena 2026? Queda por verse cómo marcha el plan de paz para Gaza impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la posición que asumirán Pedro Sánchez y otros líderes que aprovechan políticamente el antisemitismo.