Ochenta años después del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, Alemania vuelve a rearmarse, pero esta vez con tecnología israelí, en un giro histórico de enorme carga simbólica.
Así lo revela un detallado reporte del diario británico The Telegraph, que describe cómo el gobierno del canciller Friedrich Merz convirtió a Israel en un socio central —y en varios aspectos decisivo— para reconstruir la potencia militar alemana.
Un rearme masivo y una nueva alianza estratégica
Merz aspira a construir «el ejército convencional más fuerte de Europa» para enfrentar la amenaza rusa, tras décadas de subinversión en la Bundeswehr. Su coalición impulsa reformas que habilitan un presupuesto de defensa prácticamente ilimitado, un sistema de conscripción por sorteo y un plan de compras militares por 377.000 millones de euros.
El informe subraya que lo más llamativo no es solo la escala del rearme, una consecuencia que se puede considerar lógica tras la invasión rusa de Ucrania de febrero del 2022, sino la dependencia tecnológica hacia Israel.
Alemania ya compró y planea adquirir todavía más misiles, drones, sistemas de inteligencia y defensivos israelíes en volúmenes inéditos: desde drones kamikaze de Elbit por 700 millones de euros hasta municiones para la flota de UAV Heron fabricados por Israel Aerospace Industries (IAI).
El proceso se sustenta en acuerdos de enorme magnitud. En octubre se cerró un contrato de 2.000 millones de euros para dotar a la Bundeswehr de misiles antitanque Spike, una de las operaciones más grandes firmadas por la empresa israelí Rafael. Y en el 2023 Berlín ya había concretado la compra del sistema Arrow 3, valorado en 4.000 millones de euros y diseñado para interceptar misiles balísticos intercontinentales.
Cooperación en inteligencia y un giro histórico
La cooperación también abarca el terreno de la inteligencia. Un operativo reciente permitió detener en Berlín a presuntos miembros de una célula de Hamas que planeaban atentados contra objetivos judíos e israelíes. Según fuentes citadas en el reporte del diario británico, la operación se apoyó en un despliegue israelí más amplio en varios países europeos.
Altos mandos israelíes interpretan esta convergencia como una profunda paradoja de la historia: el país que exterminó a seis millones de judíos en la Shoá depende ahora de la tecnología militar del estado judío. Voceros de defensa citados en la nota remarcan que Israel se siente «orgulloso» de desempeñar este rol en la seguridad europea y de aportar capacidades críticas al rearme alemán.
La dimensión personal de Merz y las tensiones recientes
El artículo también entra en la dimensión personal de Merz, cuyo abuelo fue un funcionario nazi. En septiembre, durante la reinauguración de una sinagoga destruida en 1938, el canciller rompió en llanto al referirse al exterminio judío y al regreso de la vida judía a Alemania. Sus colaboradores consideran que esta sensibilidad histórica influye en su definición de la política de seguridad.
Pese a su cercanía con Israel, Merz no se privó de expresar críticas a la operación militar que estalló en en Gaza tras el ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre del 2023, y en agosto pausó parcialmente envíos de armas vinculadas a ese teatro de operaciones.
Sin embargo, esas tensiones no frenaron la cooperación: el acuerdo por los misiles Spike se firmó semanas después del anuncio del embargo parcial. El rearme de Alemania con tecnología israelí, concluye el reporte de The Telegraph, sigue avanzando con fuerza.













