¿Es siempre bueno bajar de peso después de los 40 o 50? Un nuevo estudio israelí sugiere que, aunque adelgazar mejora los parámetros metabólicos, en la mediana edad también podría activar una inflamación pasajera y poco estudiada en el cerebro, con potencial impacto en la salud a largo plazo.
La obesidad es un grave problema de salud global y la pérdida de peso se promueve ampliamente para reducir sus riesgos asociados. Sin embargo, evidencia emergente sugiere que, en la mediana edad, la pérdida de peso puede no siempre brindar los mismos beneficios para la salud que en los adultos más jóvenes.
El nuevo estudio, desarrollado por investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev, comparó los efectos de la obesidad inducida por la dieta y la posterior pérdida de peso en ratones adultos jóvenes y de mediana edad.
Ambos grupos de edad restauraron la regulación normal de la glucosa en sangre durante la pérdida de peso, lo que sugiere que los beneficios metabólicos se mantienen a lo largo de las edades.
Sin embargo, en ratones de mediana edad, la pérdida de peso agravó inesperadamente la inflamación en el hipotálamo, una región del cerebro que regula el apetito, el equilibrio energético y muchas otras funciones vitales.
Esta neuroinflamación, observada tanto a nivel molecular como mediante imágenes microscópicas de la microglía (las células inmunitarias del cerebro), persistió durante varias semanas antes de remitir.
Resultados preocupantes
Aunque las consecuencias de esta neuroinflamación agravada siguen siendo inciertas e incluso podrían ser necesarias para que se produzcan los beneficios metabólicos, los resultados suscitaron preocupación entre los investigadores israelíes.
Es que la inflamación crónica o desregulada en el cerebro se relacionó con el deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Por lo tanto, estos descubrimientos plantean nuevas preguntas sobre cómo la pérdida de peso en la mediana edad puede interactuar con la salud cerebral.
«Nuestros hallazgos demuestran que perder peso en la mediana edad no es simplemente copiar y pegar lo que funciona en la adultez joven», afirmó Alon Zemer, candidato a doctorado y primer autor del artículo con los resultados del estudio, publicado en GeroScience.
La pérdida de peso, continuó, sigue siendo «esencial para restaurar la salud metabólica en la obesidad, pero necesitamos comprender el impacto de la pérdida de peso en el cerebro de la mediana edad y asegurarnos de que la salud cerebral no se vea comprometida».
Se necesitan más estudios
Por su parte, la doctora Alexandra Tsitrina, quien también lideró la investigación, dijo que el estudio «caracteriza la respuesta adaptativa del cuerpo a la pérdida de peso a través de dos dimensiones complementarias: molecular y estructural».
Los investigadores enfatizaron la necesidad de realizar más estudios para descubrir los mecanismos que subyacen a esta respuesta neuroinflamatoria temporal, pero preocupante.
Investigaciones futuras -remarcaron- podrían ayudar a diseñar estrategias que preserven los beneficios de la pérdida de peso y, al mismo tiempo, protejan la salud cerebral en la mediana edad y en adelante.













