El gobierno de Corea del Norte enriqueció hasta dos toneladas de uranio, cantidad suficiente para fabricar otras cuarenta y siete bombas nucleares y sumar un total de cerca de noventa, una cantidad con la que sobrepasaría el arsenal de armas atómicas de Israel.
Así lo señaló un reporte del diario británico The Telegraph, que citó fuentes de Corea del Sur, el histórico rival de las autoridades comunistas de Pyongyang.
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En el inquietante ranking de países que cuentan con armas nucleares, Corea del Norte se ubica en el noveno y último puesto, con un arsenal que se estima en cincuenta bombas atómicas, detrás de Israel (noventa), Pakistán (170) y la India (180).
Los cinco primeros escalones, con números escalofriantes, los ocupan Rusia (5.449 bombas nucleares), Estados Unidos (5.277), China (600), Francia (290) y Gran Bretaña (225), según los cálculos de las organizaciones que luchan contra la proliferación de estas armas.
¿Un «derecho soberano»?
En declaraciones recogidas por el periódico de Londres, el ministro de Unificación de Corea del Sur, Chung Dong-young, advirtió que los 2.000 kilogramos de uranio en poder de Corea del Norte son «suficientes para fabricar una gran cantidad de armas nucleares».
Los servicios de inteligencia de Seúl «creen que el uranio está ‘altamente enriquecido’, con una pureza del 90 por ciento o superior», añadió el reporte.
Hablando esta semana en Nueva York ante la asamblea general de la ONU, el vicecanciller norcoreano, Kim Son Gyong, defendió el programa de armas nucleares de su país durante un enérgico discurso que los analistas consideraron «poco habitual».
«Nunca renunciaremos a las armas nucleares, ya que son parte de nuestra legislación, nuestra política nacional, nuestro derecho soberano y nuestro derecho a la existencia», aseveró el funcionario del gobierno encabezado por el «líder supremo» Kim Jong-un.
North Korean officials have said the country’s status as a nuclear state «has become irreversible,» despite efforts by the West to negotiate an end to the production of those weapons, according to state media.
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Renunciar a esos armamentos, insistió el diplomático, «equivaldría a exigir que renunciemos a nuestra soberanía».
La sombra del ataque contra Irán
Algunos comentaristas señalaron en las últimas semanas que el ataque de las fuerzas israelíes contra el sistema nuclear iraní -que culminó con un bombardeo estadounidense sobre plantas atómicas del régimen de Teherán- habría endurecido la posición de Pyongyang en este terreno.
Los ataques aéreos estadounidenses «reforzaron la idea de Corea del Norte de que la posesión de armas nucleares es esencial para su supervivencia», e incluso podrían impulsarlo a «acelerar el desarrollo de su programa» atómico, señalaron expertos sudcoreanos.
Pyongyang, sospechado de apoyar el desarrollo atómico militar de Teherán, probablemente piensa «que, si renuncia a sus armas nucleares, terminará en una situación similar a la de Irán, por lo que no aceptará futuras propuestas» de no proliferación, dijo un experto consultado por Radio Free Asia.
Por su parte, el programa militar nuclear israelí nunca fue reconocido por el gobierno pero es un secreto a voces desde hace décadas. Israel no forma parte del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y no acepta las revisiones del OIEA para sus principales actividades atómicas.
Según el reporte del Center for Arms Control and Non-Proliferation sobre Israel, la «mayoría de las estimaciones» apuntan que el país posee «unas noventa ojivas nucleares de plutonio» y produjo «suficiente plutonio para fabricar entre 100 y 200 armas nucleares».
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Esas estimaciones se mantienen «constantes» desde hace décadas, «lo que indica que la política nuclear de Israel está definida por sus necesidades de disuasión».
Israel, completa el informe, «parece estar concentrado únicamente en su supervivencia y no busca amenazar a otros estados con armas nucleares».