Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, confirmaron en la noche del martes que la incursión sobre Beirut fue exitosa y que se logró eliminar al líder de Hezbollah considerado responsable de la masacre de Majdal Shams.
«En una operación de eliminación selectiva basada en información de inteligencia», los aviones de combate de la Fuerza Aérea alcanzaron a Fuad Shukr, también conocido como Sayyid Muhsan, «en la zona de Beirut, precisaron los voceros de las FDI.
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Shukr, recordaron, era el comandante militar de mayor rango y jefe de la Unidad Estratégica de Hezbollah, el grupo islamista patrocinado por el régimen iraní que controla el sur del Líbano.
«Fuad era la mano derecha del secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y su asesor en materia de planificación y dirección de operaciones en tiempos de guerra», agregó el reporte.
El ahora extinto líder islamista «dirigió los ataques de Hezbollah» contra Israel desde el 8 de octubre del 2023, es decir, el día siguiente a la invasión del 7/10, cuando miembros de Hamas mataron a 1200 personas en el sur del país y secuestraron decenas de rehenes.
Una recompensa de cinco millones de dólares
Además, «fue el comandante responsable del asesinato de los doce niños en Majdal Shams, en el norte de Israel, el sábado por la noche, así como del asesinato de numerosos israelíes y extranjeros a lo largo de los años», apuntó el mensaje de las FDI.
— צבא ההגנה לישראל (@idfonline) July 30, 2024
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בלבנון מדווחים שהפיצוץ התרחש בדאחיה https://t.co/NGP41wzSZJ pic.twitter.com/lCRsIz6Pxx
— ישראל היום (@IsraelHayomHeb) July 30, 2024
En efecto, el sábado último un cohete disparado desde territorio libanés causó la muerte de doce niños y niñas que jugaban en un campo de fútbol en las Alturas del Golán, en el norte de Israel. El ataque causó enorme pesar e indignación en el país, que estaba a la espera de esta represalia.
Además de la matanza de los niños israelíes, Shukr era apuntado como uno de los organizadores del ataque del 23 de octubre de 1983 contra un cuartel de los Marines en Beirut, que dejó 241 soldados y oficiales estadounidenses muertos.
Por ese ataque, el gobierno de Estados Unidos mantenía una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que llevara a la captura del ahora extinto líder de Hezbollah.
Los primeros reportes desde Beirut tras el bombardeo eran confusos, con algunos medios señalando que Shukr había logrado escapar al fuego israelí.
Sin embargo, las FDI y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, confirmaron algunas horas después la muerte del encargado de operaciones explosivas del grupo islamista patrocinado por Teherán.
«Manos con sangre»
Hay que recordar que Hezbollah está acusado de estar además, entre otros, de los atentados de 1994 contra la embajada de Israel en Buenos Aires, que dejó veintinueve muertos, y la explosión, dos años después, de la mutual judía AMIA, también en la capital argentina, que costó la vida a otras 85.
Las FDI, escribió Gallant en X, la red social antes conocida como Twitter, «llevaron a cabo una operación precisa y profesional para eliminar al alto comandante militar de Hezbollah» conocido como Sayyid Muhsan, que tenía «las manos manchadas con la sangre de muchos israelíes».
«Esta noche demostramos que la sangre de nuestro pueblo tiene un precio y que no hay lugar fuera del alcance de nuestras fuerzas para lograr el objetivo», enfatizó el ministro.
Por su parte, uno de los voceros de las FDI, el contralmirante Daniel Hagari, pidió a la población mantenerse en alerta ante posibles nuevos ataques de Hezbollah.
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«Tenemos muy buenos sistemas de defensa aérea, pero no son herméticos», señaló el portavoz, quien aprovechó para reiterar que, si bien las FDI no están «buscando ir a la guerra, estamos bien preparados para ello».
Hezbollah, completó Hagari, «está arrastrando al Líbano y a todo Oriente Medio a una escalada» militar, mientras todavía se combate contra Hamas, otro grupo islamista cliente de Teherán, en la Franja de Gaza.
Desde Beirut, los medios libaneses reportaron que al menos tres personas murieron por el bombardeo israelí y más de setenta resultaron heridas.
