Una de las novelas más elogiadas por la prensa cultural argentina tiene como protagonista a un personaje inusual, una anciana judía vital y curiosa, con un sentido del humor «inagotable» que la ayuda a evitar la «nostalgia vana» o la «autoconmiseración», según señaló una crítica.
Ruth, de la escritora Adriana Riva, se lanzó en agosto del 2024 pero sigue recibiendo entusiastas reseñas en los medios locales, conquistados por «una mujer que va a la ópera con amigas, toma clases de arte por Zoom, conversa con los hijos» y «mira a las nietas», según la sinopsis de la obra.
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Además, «monologa acerca de las cosas que le gustan y las que no, dejando al desnudo la sabiduría que le regala la experiencia».
De todas maneras, el libro abreva en muchos otros temas además de la vejez y la sabiduría que dan los años. Por lo pronto, Ruth es un particular símbolo de la vibrante colectividad judía de Argentina, la sexta más grande del mundo.
Novelas, vejez y antisemitismo
Entrevistada por el portal Infobae, de Buenos Aires, la autora incluso reconoció que la ola de antisemitismo que recorre el mundo desde el ataque terrorista del 7 de octubre del 2023 contra el sur de Israel resultó un factor en el desarrollo de su novela.
Riva reconoció el impacto de ese fenómeno y reveló que, en el caso de su nuevo libro, tuvo un efecto de reafirmación de la identidad del personaje, esta Ruth de 82 años, médica retirada y amante del arte.
La sombra del antisemitismo, explicó, es «inevitable», pero esa negatividad la llevó a mantener el título de la novela, un nombre de mujer estrechamente relacionado con la historia judía.
«Al contrario» de lo que podrían esperar los promotores de la ola antisemita, «voy a sacar (el libro) y se va a llamar Ruth, no le voy a poner un nombre un poquito disimulado», contó la escritora.
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«Además -remarcó-, porque me encantaba también que Ruth fuera una persona que vive su judeidad así como toda su identidad, no es la típica bobe ni la típica abuela ni la típica vieja».
Si bien Ruth «no es la típica judía», esta mujer argentina «tiene una identificación total y es lo que la define», aunque «no sabe exactamente qué es lo que la define», especuló la autora sobre el personaje que creó.
El judaísmo «la desvela»
Para Ruth, continuó Riva durante la entrevista con Infobae, el judaísmo es algo que «la desvela» y que «la rodea», más allá de la religión. «Y el antisemitismo, ni hablar».
«Sobre todo ahora, después del 7 de octubre, y siempre», continuó la escritora, «el antisemitismo está ahí, latente, basta rascar apenitas y sale».
«Si ya de por sí uno tiene forjada la imagen de un otro, siempre el otro ya nos pensó. Ni hablar en el caso del judío. No solo nos pensaron sino que nos caricaturizaron«, apuntó Riva.
Buscando pintores
En un costado más ameno, una simpática característica del personaje es su «obsesión» por encontrar judíos en los terrenos que más la apasionan, en general el arte y, en particular, la pintura.
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«Ruth siempre quiere saber si el artista es o no judío y se encuentra con que muchas veces lo es y no deja de asombrarse con cómo hay tantos», comentó la escritora.
Se trata de un asunto «curioso -agregó- porque pienso que hay muchísimos más intelectuales o pensadores, filósofos judíos» y «justo en el mundo de la pintura», el favorito de Ruth, «son menos».
«Sin embargo, no deja de encontrarlos y no deja de sorprender, porque no es que son millones y millones, es bastante reducido el porcentaje», completó Riva.
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Con este contexto de fondo, no asombra que la portada del libro, lanzado por el sello editorial Seix Barral, lleve la imagen de una mujer, presumiblemente mayor, observando en una galería un cuadro del pintor Mark Rothko.
La mujer en la foto es nada menos que la madre de la autora. Y Rothko fue un pintor estadounidense nacido en Letonia… en el seno de una familia judía.
