A Norman Jewison lo llamaron para dirigir «El violinista en el tejado» porque pensaron que, con ese apellido, era judío y podía entender mejor los detalles de la historia. Sin embargo el cineasta canadiense es cristiano (protestante), aunque con su segunda esposa se casó debajo de una jupá
La historia de Jewison está en el centro de un nuevo documental, «Fiddler’s Journey to the Big Screen», que repasa el proceso de creación del famoso filme de 1971 protagonizado por el actor israelí Haim Topol y el acercamiento del director a la religión y la cultura judía.
Durante la película, dirigida por el documentalista israelí -ahora basado en Los Angeles- Daniel Raim, Jewison recuerda el famoso «malentendido» que lo llevó a ponerse al frente de «El violinista en el tejado».
Arthur Krim, el célebre abogado judío que fue asesor del presidente estadounidense Lyndon Johnson y jefe de la casa productora United Artists entre 1951 y 1978, convocó a Jewison a su oficina en Hollywood para hablar con un grupo de productores y ejecutivos.
(Es oportuno recordar que «jew» significa «judío», en inglés, por lo que el apellido del cineasta dejaba poco lugar a la interpretación sobre sus orígenes).
Una vez en la oficina, Krim miró a Jewison y preguntó: «¿qué dirías si te decimos que queremos que dirijas ‘El violinista sobre el tejado’?», rememoró el director, quien venía del gran éxito de «In the Heat of the Night» (de 1967 con Sidney Poitier) y luego crearía otros sucesos como «Moonstruck», de 1987 con Cher y Nicolas Cage.
Ante el amable interrogatorio, Jewison respondió: «¿Y qué dirían ustedes si les cuento que soy ‘goy'».
En efecto, el artista canadiense, nacido en Toronto el 21 de julio de 1926, viene de una familia de cristianos protestantes.
De todas maneras, según se escucha en una vieja entrevista rescatada en el documental de Raim, Jewison decía durante la producción del filme: «descubrí que era muy posible para mí identificarme con Tevye, y también identificarme con la religión judía».
Jewison y los productores querían «una película para todos», no solamente para el público judío
Topol, el actor que encarnó a Tevye -el protagonista de la historia escrita originalmente por el fundamental escritor judío ruso Sholem Aleijem-, también aparece entrevistado en el documental, apuntando, por ejemplo, que el filme «fue visto por más de mil millones de personas».
«No pueden ser todos judíos», bromea el actor.
Justamente, Jewison recuerda que, cuando arrancó la producción de «El violinista sobre el tejado», el equipo sabía que «quería una película para todos», no solamente para el público judío.
«¿Qué tiene el violín que nos cautiva?», se pregunta por su parte en «Fiddler’s Journey to the Big Screen» el gran compositor cinematográfico John Williams, quien adaptó las canciones originales del musical de Broadway de 1964 y preparó la banda de sonido del súper éxito de 1971.
Ese instrumento, afirmó, «es lo más cercano a la voz humana, y eso ya vale el precio de una entrada» al cine.
Williams elogió en el documental a Jewison y su criterio para congeniar imagen y sonido.
«Llevar la historia a la gran pantalla fue uno de mis más grandes desafíos«, confesó el compositor, autor de la música de «E.T.» y «Tiburón», entre tantos otros clásicos de Steven Spielberg, y ganador de cinco Oscars, incluyendo el premio por la adaptación de los temas de «Fiddler on the Roof».
Jewison, continuó Williams, es «uno de los pocos directores» que podía entender esas dificultades, y cuenta con «un fantástico sentido del ritmo musical» de un filme, resumió.
«El violinista en el tejado» cumplió cincuenta años en noviembre del 2021
Comentando el estreno del documental, la Jewish Telegraphic Agency (JTA) señaló que Jewison, de 95 años, «ha hablado a menudo sobre cómo, cuando se le pidió que dirigiera la versión cinematográfica del popular musical de Broadway sobre un shtetl del Viejo Mundo, sintió la necesidad de informar tímidamente a los productores que era ‘goy’«.
«Menos conocido es que, tras el éxito mundial de la película», Jewison terminó «abrazando», en cierta manera, la fe judía, añade el artículo de Andrew Lapin para la JTA.
La nota destaca que, cuando se casó con su segunda esposa, Lynne St. David, en el 2010, la pareja «tuvo una boda judía, completa, con rabino y una jupá», el característico palio nupcial de los casamientos hebreos.
«El violinista en el tejado» cumplió cincuenta años en noviembre del 2021. Para muchos críticos, como Pauline Kael, del New York Times, se trata de «la película musical más poderosa» de la historia del cine, y terminó llevándose tres de los ocho Oscars a los que estuvo nominado.
En la ceremonia en el Dorothy Chandler Pavilion, en Los Angeles, del 10 de abril de 1972, además de Williams levantaron sus estatuillas Oswald Morris, por la mejor cinematografía, y Gordon McCallum y David Hildyard por el mejor sonido.
Jewison estuvo nominado para los premios a la mejor película y mejor director, pero no ganó.
A nadie ya parece importarle, porque pasó a la historia como el cineasta «goy» que creó uno de los íconos más importantes de la historia moderna de la cultura judía.